Ayer, luego de una foto inédita que todo el staff de Vendimia se tomó en el Cerro de laGloria y en los portones del parque General San Martín (ver página 9), la directora confesó anteUNO que la cuestión salarial que están reclamando los artistas es "justa" porque "tienen quedignificar su trabajo". "Espero que ni la lluvia ni alguna disminución de los ensayos afecte a la fiesta. Creo que el conflicto salarial siempre es justo porque el artista tiene que dignificar su trabajo. De todosmodos, en estos pocos días que hemos trabajado prácticamente hemos montado una buena parte delespectáculo pero siempre uno desea con todo el alma poder tener todos los ensayos. Hay que ver cómopodemos movernos todos con inteligencia y no restándoles a los ensayos el valor que tienen, porquela excelencia de una coreografía, de un cuadro, se da cuando se ensaya mucho, y nosotros tenemos enesta época justamente un problemita que es la lluvia. Los pronósticos no son alentadores en esesentido", dijo la experimentada coreógrafa, minimizando de esa manera el inconveniente. Es que actores, bailarines y figurantes reclamaron hace un par de semanas un aumento en sussalarios. El año pasado, los artistas consiguieron que su sueldo fuese de $2.900 para la categoríamás alta y para esta edición de la fiesta piden un aumento de casi 40%. Ellos esgrimen que la celebración mayor de los mendocinos se complejizó con el paso de losaños, no sólo porque se agregó una tercera noche sino porque se acrecentaron sus ingresos por latelevisación y la publicidad. Así las cosas, quienes deleitan a propios y ajenos con sus destrezas sobre el escenarioamenazaron hace un par de semanas con suspender los ensayos si no se logra un acuerdo salarial,cosa que aún no se ha resuelto. "Yo aprendí de mis grandes maestros a lo largo de todas las vendimias que hice desde que era bailarina cómo poder jugar y garantizar ciertas cosas con estos avatares que son la lluvia, por unlado, y todos los reclamos salariales que se dan absolutamente todos los años, por el otro. Hastaahorita no nos afectado el tema del conflicto salarial en los ensayos", dijo la directora de Cantosde vino y libertad, tal el nombre de la Vendimia del Bicentenario. Y agregó: "Se ha ensayado con un entusiasmo y un compromiso por parte de todos los artistasque a mí, personalmente, me ha emocionado. He ido escuela por escuela y he visto la energía, ladisciplina y el placer que todos los artistas le ponen a su trabajo y es emocionante".
El staff posó para la foto Por primera vez en la historia de la Fiesta Nacional de la Vendimia, el staff a cargo de laproducción de la mayor celebración de los mendocinos decidió dejar de lado el frío aunquecontrolado fondo de un estudio de fotografía y salir a la calle para tomar el retrato del grupo queinmortalice su paso por los anales de la Fiesta. Como se trata de la Vendimia del Bicentenario, el equipo de comunicación de la celebración, acargo de Pilares Comunicación, eligió como escenario el Cerro de la Gloria, el mismo lugar donde elúltimo 27 de enero comenzaron los festejos oficiales por los 200 años de la Revolución de Mayo de1810, y los Portones del parque General San Martín, vistos como una especie de puerta de entradasimbólica al teatro griego Frank Romero Day. Así, ayer cerca del mediodía unas 45 personas entre directores de bailarines, actores,técnicos, vestuaristas y músicos, le pusieron el pecho al sol mendocino y posaron para la foto. "Si hay algo que tengo que decir es que es un equipo de lujo en todos los rubros. Si bien yo coordino todo, mi equipo para mí es un alivio porque con él hacemos un trabajo mancomunado muygrande", le dijo a UNO Vilma Rúpolo, directora de la Fiesta 2010.
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Vilma Rúpolo, directora de la Fiesta Nacional de la Vendimia
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Vilma Rúpolo, directora de la Fiesta Nacional de la Vendimia
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La directora Vilma Rúpolo posa junto a sus más estrechos colaboradores: Enzo De Luca (danza), Oscar Puebla (música), Eduardo González (diseño de cajas lumínicas), Guillermo Troncoso (actores) y Luis Gattas (escenografía).
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El staff completo de la Vendimia 2010 posa en los Portones del parque General San Martín, como “entrada simbólica al Teatro Griego”.