No estresar a chicos y adolescentes con agendas es aconsejable. El receso escolar no implica el todo permitido

Vacaciones y límites: más juego y gozo que pantallas

Por UNO

El receso escolar de verano es sinónimo de tiempo libre para los niños, niñas y adolescentes, sobre todo, pero también implica desafíos para los adultos. Tanto para ver cómo aprovechar más tiempo con ellos, como para buscar el mejor modo de que sus hijos no se "desbanden". Ante esto, especialistas sugieren que el tiempo sea gozoso, de intercambio, descanso y juegos, pero no de ausencia de límites."En tiempos de vacaciones, si hemos logrado hacer coincidir las nuestras con las de ellos, es importante que nos dispongamos para compartir momentos "gozosos" de disfrute, de juego para poner pausas y desacelerarnos de los imperativos modernos de vida. Es una oportunidad para la comunicación, el tiempo compartido, el encuentro y el saber de ellos. Es un tiempo de distensión, pero no de ausencia de límites", explicaron los licenciados en psicología María José Deiber y Walter Isgró, que se desempeñan en la Dirección de Salud Mental de OSEP, y que vienen capacitando en talleres a los adultos bajo la temática "amor y límites van de la mano".En épocas en donde muchos padres asimilan atravesar situaciones de crisis en cuanto a las pautas de crianza de los hijos porque "lo que antes funcionaba hoy parece no funcionar", los límites -según detallaron- son una herramienta que funciona como los bordes de un camino, que es el del crecimiento de los hijos, más allá de la época del año. "Los límites sostienen y protegen. Son un acto de amor que implica un ejercicio cotidiano, de todos los días. En sí mismo son amor, porque los preparamos para la vida", dijeron.Específicamente para la época de vacaciones, las pautas que dan es que los chicos no se pasen conectados todo el día a las pantallas, porque es un momento donde debe priorizarse el juego, lo lúdico, lo corporal y todos los sentidos. "Es importante que los chicos recuperen el jugar en las plazas, la canchita de fútbol, las veredas, el barrio, el club. Es fundamental la socialización cara a cara del niño con sus padres, con otros adultos y fundamentalmente con otros niños. Es un tiempo de oportunidad para realizar muchas de aquellas cosas diferentes que no hacemos durante el resto del año", señalaron.Desde el área de tratamiento de niños en el hospital pediátrico Fleming, la psicóloga María Sol Romero explicó que el tiempo de vacaciones es un momento de pausa y el desafío es poder estar con otro. Que lo ideal es generar espacios para compartir . También, que disfrutar y descansar debe ser lo prioritario para los niños, niñas y adolescentes."La rutina cotidiana del año, si bien les ha generado satisfacciones también niveles de cansancio, que hay que poder escuchar y dar lugar a que sean reparados", especificó, aconsejando espacios de juegos en la casa, salidas a espacios verdes y hacer de lo cotidiano una instancia de disfrute, donde no apremien horarios. "Estar de vacaciones no es necesariamente hacer un plan rígido y generarles estrés desde los adultos, respecto a tomar decisiones de adónde ir, costos, de preparar equipaje. Los niños, niñas y adolescentes necesitan de adultos que los detengan, que nos les generen unas agendas de actividades para ocuparlos todo el tiempo, sino permitirse estar, dándose lugar para el encuentro, el juego y el disfrute", cerró Romero.