La oficina ya había terminado con el horario de atención al público, poco después de las 13, por lo que rutinariamente los empleados comenzaron con el apagado de las máquinas.
En ese momento la oficial Gisela Coronel encontró una mochila. "Lo primero que pensamos es que alguien se la había olvidado. La revisamos y vimos que tenía en su interior moneda chilena y dólares -después supieron que habían aproximadamente $75.000- además había una tablet, un teléfono celular y la documentación del hombre que la había perdido", explicó.
Luego de consultar a sus superiores, Coronel se comunicó con el dueño de la mochila perdida que, en muy poco tiempo, se presentó en la dependencia de Licencias de Conducir.
Coronel contó que la persona, un profesor de rugby y comerciante, pudo constatar que no faltaba nada y que estaba sumamente agradecido. Incluso el olvidadizo hombre quiso compensar monetariamente a la empleada de Licencias de Conducir, cosa que la honesta mujer no aceptó.
"Eso sí, nos prometió traernos algo rico durante los próximos días y lo vamos a estar esperando", cerró entre risas Coronel.