Juan fue criado en el maravilloso mundo de los libros, lo que podría tomarse como la punta del ovillo para su destino. La librería de su abuelo quedaba en Barcala y El Libertador, frente a la misma esquina donde se ubica la señera escuela Normal, donde hizo toda la primaria y la secundaria.
En ese lapso de su vida llegaron a la ciudad los dos ejemplares del primer número de la revista Rolling Stone de Argentina, que compró y hasta el día de hoy conserva, los que además abrieron un mundo para él.
“Mis viejos son muy cultos –contó–. Estábamos rodeados por un mundo de libros y era imposible no leer, por eso para mí la letra impresa era muy fuerte; en mi casa había una habitación sólo para las revistas y eso fue formando en mi cabeza que hay algo afuera que está bueno y pasan cosas”.
La lectura y la música
Se inició en los medios cuando en San Rafael encontró un breve espacio en el programa radial Bang, bang estás liquidado, conducido por José Francisco Pipa Salvo. De allí con mucho esfuerzo partió a Buenos Aires para hacer la Tecnicatura Superior en Periodismo en el prestigioso TEA, una institución educativa formada por profesionales del periodismo, donde pasó momentos duros.
Por un lado se encontraba viviendo penurias al habitar un pequeño cuarto de pensión, subsistiendo con escaso dinero pero a la vez con un hambre de superación que sació en el cuantioso archivo de TEA, el que aún visita cuando quiere investigar algo.
En ese tren “me la di mucho contra la pared porque no fue fácil, pero yo estaba muy enfocado y los profesores eso lo veían”. Entre ellos Luis Gruss, quien encargó a sus alumnos algunas notas y Juan consiguió hacer un artículo sobre la primera nieta recuperada por Abuelas de plaza de Mayo, quien se iba del país en medio de la crisis económica de 2001.
Este hecho fue una bisagra en su camino porque a la vez le tocó participar en una entrevista abierta con Fernando Sánchez, quien fue editor musical en la primera época de la revista Rolling Stone, al que realizó varias preguntas y captó su atención. Empezó a colaborar con la publicación, en la que tuvo una entrada definitiva de manera bastante estruendosa, porque escribió una nota sobre enfrentamientos de bandas en la cultura del rap bonaerense que llamó la atención del director de la revista, lo que representó además su primera tapa.
De allí Juan pasó por todos los cargos orgánicos periodísticos de la revista que lo llevaron a ser el primer director editor más joven en todas las ediciones mundiales de la publicación, luego de Jann Wenner, quien la fundó con apenas 21 años; además de ser el primer director formado en la redacción de la revista, al contrario de sus antecesores, que fueron nombrados o ya contaban con trayectoria en otros medios.
En una reflexión final Juan aseguró que “para mí cada nota que hice o hago es como si fuera la última, por eso doy todo y mi compromiso consiste en no traicionar mi profesión y los valores que me inculcaron mis viejos”, lo que refleja la pasión con la que abrazó su vocación.
Visita ilustre
Recientemente Juan Ortelli a poco de ser nombrado director-editor de la revista Rolling Stone participó en un evento por el 15 aniversario de la publicación en la Argentina, al que invitaron a David Fricke, considerado el crítico de rock vivo más importante del mundo.