El caso de la reina lavallina, que sigue en su cargo pese a estar embarazada cuando las disposiciones lo impiden, actualizó la discusión sobre si debe cambiarse el estatuto que rige la vida de las soberanas elegidas.
Retornó con divisiones el debate por el reglamento de la reina vendimial
Por UNO
Por Luciana Morán
El debate acerca de si una Reina de la Vendimia debe dejar su cargo si está embarazada o se casa se reavivó este martes cuando legisladores, coordinadores de reinas y otros actores relacionados con la vendimia se reunieron para tratar el tema. De la discusión surgieron planteos acerca de cuestiones de género, derechos de la mujer, tradición y leyes laborales y el compromiso de legisladores a debatir sobre el reglamento de las reinas en comisiones para motorizar un cambio.
La semana pasada se conoció que la reina de Lavalle estaba embarazada y no por eso perdió su cargo. Esta situación impulsó al diputado Gustavo Arenas (FPV) a convocar para un debate al que asistieron representantes del Ministerio de Cultura, coordinadoras de reinas de los departamentos, el Inadi, Promoción de Derechos Humanos, la Reina Nacional de la Vendimia, Wanda Kaliciñski, y la Comisión de Reinas Nacionales de la Vendimia (CORENAVE), entre otros organismos relacionados con la vendimia.
Princesas o mujeres realesEl Reglamento de las Reinas Nacionales de la Vendimia establece, entre otros requisitos, que las aspirantes a soberanas en todos los niveles deben ser solteras y no tener hijos, además de mantener esas condiciones durante su eventual reinado a riesgo de verse obligadas a renunciar si dejaran de cumplirlas durante el mandato.
Mientras la Corenave prefirió tirarle la pelota a los legisladores o al pueblo “soberano” para que decidan qué hacer con el reglamento; las coordinadoras insistían en que la agenda de una reina no es apta para una mujer embarazada que “debe estar muy cuidada”. La “tradición” y la responsabilidad de cuidar al “símbolo” que es una reina también fue uno de los argumentos que expresó el jefe de Gabinete de Cultura, Carlos Ábrego.
Pero la directora de Derechos Humanos, Vanina Abraham, y la diputada Liliana Vietti dejaron pensando a varios presentes. “Si la reina representa al trabajo realizado (la cosecha) y a la mujer mendocina, la gran cantidad de mendocinas trabaja durante el embarazo. Es inteligente, hermosa, pero también madre, luchadora y trabajadora, defensora de sus derechos”, afirmó Vietti; mientras que Abraham argumentó: “El reglamento vulnera dos convenciones internacionales y la ley 26.485 destinada a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales (...) La reina recibe un salario por estar a disposición del Estado provincial y eso es un contrato laboral y hay leyes que protegen el derecho de las embarazadas a no perder su trabajo por ello, entre muchos puntos más (...) Somos responsables de cambiar este estereotipo de que una persona sea violentada de alguna manera por estar embarazada”.
En tanto, la Reina Nacional de la Vendimia opinó: "La actividad de la reina y la presión social es mucha. Ven todo el tiempo cómo te movés, cómo estás vestida, si engordás dos kilos o no. Hay mucha exposición. A veces vas a una escuela y los chicos te ven como la princesa de Disney y por ahí sería medio chocante que estuviera embarazada. Sin embargo, creo que una mujer embarazada, si puede cumplir con las funciones, lo debería hacer. Creo que por ahí el tema es el impacto al mendocino; pero también puede ser parte de un proceso. Pienso que a los mendocinos les costará pero deberá ser una cuestión de acostumbrarse".
Ese "paradigma de la princesa de Disney" es el que hay que cambiar según Abraham, Vietti y la presidenta del Inadi, Valeria Martínez. "Como funcionarios públicos no discutimos la moral sino que la responsabilidad es cambiar el estereotipo de que una persona sea violentada de alguna manera por estar embarazada".
