Lavalle despidió este jueves a unos de sus hijos dilectos: el seminarista Cristian Osvaldo Appugliese (22), quien perdió la vida en un trágico accidente en una ruta de San Luis.
Sus restos llegaron a su tierra natal a las 4.30 y dos horas después comenzaron a ser velados por disposición de sus padres, Osvaldo y Mary, en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, justo frente a la plaza que lo vio caminar tantas veces desde niño. Allí lo esperaban, además de sus familiares, una treintena de jóvenes que lo conocían desde siempre.
Este mismo jueves a las 17 se realizó una misa de cuerpo presente, oficiada por el arzobispo auxiliar de Mendoza, Dante Braida, acompañado por otros seminaristas y en presencia de más de 300 personas. Era casi imposible que en el templo pudiera caber una persona más. A los costados de la nave principal, en sus patios internos y en el exterior, se iban sumando de a poco, más y más amigos del joven. Las numerosas escenas de dolor resultaban incontables.
Adentro, el féretro descubierto tenía sobre sí una estampita del Cura Brochero y otra del papa Francisco, dos rosarios y un trofeo, colocados por su familia. Cristian era uno de los cinco hijos del matrimonio.
Según comentó a Diario UNO Trinidad Calderón, quien lo conocía desde niño. "Cristian tenía pasión por las misiones y era muy carismático. Tan es así que yo tengo dos nietos adolescentes que se habían alejado de la fe, pero él volvió a llevarlos por ese camino".
A medida que se acercaba la hora de llevar el cuerpo al cementerio de la villa Tulumaya, todos iban hacia el cajón para acariciarlo o darle el último beso en la frente.
Así fue como se formaron largas filas mientras no cesaban las muestras de dolor.
Otro amigo del padre de Cristian comentó: "Era un chico tan amado que el negocio donde trabaja el padre tiene un gran cartel que dice 'cerrado por duelo' y eso no lo hacen si no lo hubieran querido tanto". Esto contó con el signo de aprobación de otras personas que escuchaban el comentario.
Hacia la última morada
Cerca de las 18.20 sus padres y hermanos se unieron en un fuerte abrazo que no necesitaba palabras.
Todos se quebraron ante esa imagen, porque también se perdía la última posibilidad de ver el rostro amado de Cristian. Lejos de vaciarse, la iglesia se iba llenando cada vez más. Un joven seminarista lloraba sin consuelo: formaba parte del grupo que iba con Cristian a Córdoba y le tocó ver el peor cuadro de su vida. Otros trataban de consolarlo, pero sin lograrlo.
Chicos de todas las edades estaban consternados, pues con el joven seminarista tenían una relación amistosa "que era única. Él sabía comprender cualquier problema que tuviéramos y nos ayudaba a solucionarlo. Siempre tenía la palabra de aliento y hablaba como si fuera un psicólogo porque a nuestra edad tenemos conflictos que necesitan apoyo y él siempre nos lo daba. No le importaba la hora, escuchaba todo y nos reencauzaba por las dudas que nos equivocáramos", remarcó un adolescente conmovido.
El ataúd fue sacado a pulso de la iglesia mientras que tañían las campanas a luto. El cortejo fúnebre partió lentamente y detrás de él, acompañando a Cristian, fueron más de 300 autos hasta el cementerio de Tulumaya.
Una misa de cuerpo presente que convocó a cientos de personas
La iglesia de Nuestra Señora del Rosario fue la que cobijó durante el velorio a los restos de Cristian Osvaldo Appugliese. El día anterior a la partida hacia Córdoba, allí se realizó una misa de despedida a los seminaristas que habían decidido partir en bicicleta hacia la provincia mediterránea. El trayecto era largo y se realizaría por etapas. La fatalidad le tenía asignada a Cristian otra meta.
Durante el responso del arzobispo auxiliar Dante Braida, las palabras de consuelo se escucharon con dificultad porque primaban los sollozos de los familiares, compañeros del seminario Nuestra Señora del Rosario y muchos de sus amigos.
Era sobrino nieto de un ex intendente lavallino
Cristian era descendiente del médico Tomás Appugliese, quien fuera intendente de Lavalle entre 1983 y 1987, después de 7 años de dictadura militar. En este pasaje de su vida, Appugliese, militante de la UCR, inauguró el hospital Domingo Sícoli y ese día lo acompañaron quien fuera su gran amigo y ex gobernador de Mendoza Felipe Llaver y el por entonces presidente Raúl Alfonsín. En el período en que gobernó Mendoza el demócrata Francisco Gabrielli, Appugliese fue legislador mendocino.
También durante su mandato como intendente hizo construir el barrio República de Perú levantado por el Comité de Reconstrucción para damnificados del terremoto de 1985.
Hijo de inmigrantes, su padre quien era mecánico, le inculcó el amor por los más necesitados y fue así que este médico recibido en Córdoba antes de cumplir 30 años dedicó gran parte de su vida a ellos. Appugliese se convirtió con el tiempo en el "médico del pueblo".
Murió en el 2011 a los 83 años.
"La muerte de Cristian es un golpe muy fuerte para los jóvenes, niños y adultos de Lavalle, porque era muy amado por todos " (Mario, un amigo de toda la vida del joven seminarista).