La imaginación sólo permite apenas acercarse a lo que en la noche del viernes 1 de enero vivieron en la comunidad de Jaime Prats. Granizo comparable a una pelota de tenis, una manzana e incluso hasta un pomelo precipitó sobre el poblado causando estragos. La zona cultivada también sufrió el embate de la piedra pero en áreas aisladas.
En Jaime Prats la gente contó lo vivido durante la súper tormenta. Daños en casas y el hospital.