Seguramente nunca lo olvidará. El olor a muerte. Los ecos del pánico. El sabor a desolación y cenizas. Y un cuadro de terror. De fuego, destrucción y muerte.
El policía Leonardo Ortiz fue el primero en entrar a la casa incendiada en Guaymallén y dio un testimonio conmovedor. "El humo no dejaba respirar y apenas se podía ver", dijo. Video