La idea es lograr un cambio en adolescentes con historias conflictivas, siempre y cuando, el Estado no se desentienda de lo que sucede mientras están ausentes de los hogares. Actualmente, cada vez que un chico pierde contacto con los hogares –entre 4 y 6 veces por mes–, se hace una denuncia en las fiscalías de búsqueda de paradero.Así, se cubren legalmente los profesionales. Sin embargo, existe un nulo cruce de datos par ver si los chicos finalmente vuelven a los hogares y en qué condiciones. Marcela Fernández, la subsecretaria de Desarrollo Social de Mendoza, indicó que empezará realizar ese cruce, contando uno por uno entre los chicos que figuran bajo la guarda del Estado.En este contexto, también serán investigados los sucesos ocurridos en el hogar del barrio Los Toneles, de septiembre del 2015 cuando una mujer rescató a los tiros a su hija del lugar, tras recibir una denuncia anónima que indicaba que la nena de 11 años sería sacada para ser prostituida.Llamó la atención de Fernández, que tras esos hechos, nadie abriera una investigación para descartar las denuncias de la madre. En su opinión, debe saberse qué pasa con esos chicos, si salen de noche, para qué, etcétera.