El acto en que se dio a conocer la obra del artista plástico Norberto Filippo, contó con la presencia de Quino y Le Parc.

El monumento a Mafalda

Por UNO

Por Gisela Emma Saccavino

Marizul Ibáñez, ministra provincial de Cultura, se refirió a las visitas de Julio Le Parc y Quino como un hito en la historia de Mendoza. A las 12 de este lunes, tal vez los dos artistas más importantes que dio Mendoza al mundo cruzaron sus miradas en el parque General San Martín, justo frente a la calesita, allí donde el mendocino Norberto Filippo instaló su “cubo homenaje” al historietista.

Todos los cholulos, los periodistas, los políticos y los familiares que allí se congregaron se desvanecieron ante la poderosa energía que fluyó en este momento espontáneo e inédito... Y de inmediato reaparecieron, pues claramente las circunstancias –la inauguración del cubo al mediodía y el espacio cultural por la tarde de este lunes– no les permitían abstraerse ni demostrarse esa admiración que asomaba en sus miradas.

¿Quiénes estuvieron en el Parque, además de los mencionados? La esposa de Julio, Martha; su hijo Yamil –quien, además de desarrollar una exitosa carrera como cantante de tangos en París, lleva la agenda de su padre–; la célebre actriz Betiana Blum, amiga personal de los Le Parc, y Jorge Coscia, ministro de Cultura de la Nación.

Sobre la obra funcional con la que Filippo homenajea a Quino, que fue rellenada con pilas usadas y cuenta con un monitor que servirá para medir el grado de polución del planeta, el historietista dijo: “Es muy importante porque sirve para estudiar cuánto contaminamos el mundo, y a ver qué podemos hacer para evitarlo. Ahora, llamar monumento a esto me parece demasiado exagerado, ¿no? Llamémoslo cubo y listo, pero sí, estoy muy contento”.

En todo momento Quino y Le Parc se mostraron, pese al asedio periodístico, distendidos y jocosos: “Ya dije que me quejé porque le pusieron (al espacio cultural) mi nombre y no el tuyo, que sos mucho más importante”, confesó Le Parc, a lo que Quino respondió sólo con un modesto “¡Ay, dale, dale!”.

“No, es que es cierto: de hecho uno de mis hijos es muy fanático de Mafalda y una vez, de niño, hizo una de papel maché que duró muchísimo tiempo”, le contó el plástico al historietista. Así, bajo el acogedor sol que los vio nacer, culminó una mañana atípica en el Parque por el que estos “viejos niños” confesaron haber corrido de pequeños.

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