Mendoza

Las cadenas de hipermercados sí lograron acordar el listado final de productos y valores que regirá para la provincia.

El acuerdo con los pequeños supermercados aún no llega a Mendoza

Por UNO

Por Carina Luz Pérezperez.carina@diariouno.net.ar

Pese a los anuncios realizados por el Gobierno nacional, el acuerdo de precios pactado para el interior del país sigue sin estar presente en las góndolas mendocinas. El jefe de gabinete, Jorge Capitanich, declaró, a la par de la Cámara Argentina de Supermercado (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), que desde el límite marcado por el río Colorado (Río Negro) hacia el norte del país empezaría a regir desde ayer el listado de 80 productos a igual valor que los vigentes para el Gran Buenos Aires y Capital Federal.

Si esto fuera así, por ejemplo, el aceite de girasol marca Cañuelas de 900 cm³ saldría $7,32, pero actualmente no baja de los $11, o la leche descremada La Serenísima debería cobrarse a $7,20, pero cuesta entre $7,90 y $8,05.

La realidad es que el detalle de ese listado para los consumidores locales aún está en trámite y el anuncio oficial está referido a los supermercados chinos, de pequeñas superficies e independientes de Argentina, pero sólo para algunas ciudades del interior como Córdoba, Misiones, Santa Fe o Entre Ríos.

En tanto, el programa Precios Cuidados aún no ha podido cerrarse con las grandes cadenas de hipermercados y supermercados nucleados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), como Vea, Walmart, Changomás o Carrefour, ya que no logran acordar el porcentaje diferencial en algunos productos claves de la canasta destinados a cubrir los costos de distribución y logística que implica traerlos hasta la provincia.

Desde la Casa de Gobierno insisten en que están preparándose para que existan controles compartidos entre el Ministerio de Trabajo, de Gobierno, Agroindustria y los municipios, a fin de darles garantías a los consumidores de que el archianunciado acuerdo de precios será cumplido a rajatabla.

Esto no implica que habrá sanciones, porque a diferencia de la época del congelamiento impuesto de forma verbal por el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, la estrategia del Ministerio de Economía nacional es sumar voluntades. Por eso, el listado de productos y sus precios sugeridos están sujetos a revisión cada tres meses, respaldados por resoluciones escritas desde esa cartera.

Otra de las características del camino elegido por Axel Kicillof es implementar el programa Precios Cuidados de forma paulatina, por lo que todavía en muchas ciudades del interior esperan por el acuerdo.

Desde mediados de enero, el mismo Gobierno provincial viene advirtiendo que el listado de 80 productos para Mendoza será diferenciado e incluso que algunos de los ya incluidos en el vigente para el área metropolitana porteña podrían no estar en el acuerdo de precios para los supermercados locales.

El criterio es que algunas mercaderías son más económicas en algunas regiones donde se fabrican, como conservas, vino o dulces; por eso, los 80 productos no son exactamente iguales para todas las provincias ni sus precios de referencia. Incluso, el acuerdo para el interior del país no incorpora carne ni verdura.

Por el momento, la conformación final de ese listado característico de cada provincia está en el ojo de la tormenta, mientras tanto los precios de otros rubros continúan en alza, como los elementos de la construcción, la nafta, los remedios, los electrodomésticos, los útiles escolares, la carne y sus derivados, la verdura y sus derivados.

Quieren retrotraer el precio de la carne al de la semana pasada

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se refirió ayer a una reunión realizada entre el secretario de Comercio, Augusto Costa, y las empresas que integran la cadena de valor del mercado de la carne, en la cual avanzaron para normalizar los precios del sector.

“Debería normalizarse el abastecimiento, retrotrayendo el precio a la semana anterior. Por lo tanto, esta es una cuestión concreta en materias de carne”, dijo el funcionario.

Capitanich se refirió además a las transferencias de ingresos del sector público hacia el sector agropecuario, y enumeró las múltiples políticas en materia industrial para el sector agropecuario, por ejemplo “los bonos denominados de capital, que es un reintegro del 14% para los bienes de capital producidos localmente, una inversión cercana a los 3.500 millones de pesos”.

“También está el REPOC, que es un programa de renovación de flota automotor de casi 4.000 millones de pesos, y aportes del INTI por 2.177 millones de pesos, lo mismo que las 67.223 políticas crediticias por parte del Banco de la Nación Argentina”.

Resumió que “en definitiva, son 20.000 millones de pesos los que asigna el Estado en materia de política agroindustrial, con el objeto de abastecer la demanda de la producción agroalimentaria en la Argentina”.

Como contraparte, Capitanich enumeró las asignaturas pendientes en el sector, por ejemplo “el 65% de empleo no registrado, lo que significa una pérdida de 17.000 millones de pesos en evasión previsional”.

“Esto también significa que hay 600.000 trabajadores rurales que no cuentan con obra social ni aseguradora de riesgos de trabajo. Esto sucede a pesar del esfuerzo del gobierno que en 2008 aprobó la ley de corresponsabilidad gremial”, dijo.

Industriales les piden a sus pares que colaboren

El vicepresidente primero de la UIA bonaerense, Pablo Reale, consideró necesario “actuar con espíritu de grandeza para contribuir al bien común y hacer un aporte con el fin de dar certidumbre y confiabilidad al proceso económico, relanzado a partir de las medidas tomadas recientemente”.

Destacó que la “actualización de la paridad cambiaria fue una respuesta al reclamo de las economías regionales y el sector exportador, tratando de recuperar competitividad en mercados internacionales y un mejoramiento de la balanza comercial y de pagos”. Pidió cuidar los precios, ya que “no se hace necesario un ajuste global de precios relativos en el mercado” y reclamó “actuar con prudencia, no cubrirse por si acaso, como ha sido tradicional en los procesos inflacionarios”.

Sugirió “extrema prudencia en vista de las próximas paritarias, punto neurálgico en la evolución del proceso económico por su incidencia en los costos empresarios, no debiendo ser el salario la variable de ajuste, pero tampoco una causal más que profundice la espiral precios-salarios y viceversa”.

Reale pidió “prudencia y colaborar en este proceso, armonizar racionalmente salarios con rentabilidad empresarial y priorizar el país”.