En una política de reestructuración quirúrgica, el gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo y su ministro de Seguridad, Gianni Venier, dispusieron la desafectación de 40 policías retirados, la mitad de ellos, ex jefes policiales que cumplían diversas funciones administrativas en la fuerza.
Con este recorte, desde el Poder Ejecutivo aseguran que el ministerio ahorrará $6 millones al año, que serán destinados a otras urgencias.
En el Ministerio de Seguridad afirman que con ese ahorro compran las municiones para entrenar al personal o se pueden adquirir unos 15 patrulleros, o bien es el equivalente en combustible para que cada vehículo policial patrulle 100 kilómetros más de lo previsto.
Los policías retirados desvinculados, que habían llegado a esa función en distintos gobiernos en los últimos 20 años, cobraban un adicional por su tarea, dispuesto por ley, que representaba la mitad de lo que reciben por su jubilación, la que también seguían percibiendo.
Desde el Gobierno negaron que se trate de contratos escandalosos: un comisario general percibía un adicional de unos $12.000 y un cabo llegaba a los $7.000 .
La novedad fue publicada en el Boletín Oficial el 11 de enero a través del decreto 43, que resuelve "dejar sin efecto la convocatoria a prestar servicio efectivo del personal policial en situación de retiro".
Una lista de 40 personas revela quiénes dejarán de prestar servicios. Entre ellos hay 19 ex jefes policiales y otros 21 policías de rangos menores. Ninguno cumplía tareas operativas.
Todos ellos, que van desde los 50 hasta los 76 años, estaban jubilados y habían sido convocados por el propio Estado, situación prevista en la ley del régimen policial.
"La medida es parte de un plan de reestructuración y optimización de recursos. La tarea que hacían los retirados la hará personal en actividad " (Roberto Munives, jefe de la Policía de Mendoza).
El jefe de la Policía, comisario general Roberto Munives, le dijo a Diario UNO que "el régimen establece que estos contratos no son permanentes sino temporales, por eso de un centenar de retirados que teníamos en funciones hemos rescindido a 40, como parte de un plan de reestructuración y optimización de los recursos de la fuerza".
Munives aclaró que la decisión no afectará a la seguridad desde el punto de vista operativo y que tales funciones serán cubiertas por personal en actividad.
Detalló que "los retirados convocados no pueden prestar servicios operativos, tampoco portar armas ni uniformes, y trabajan hasta seis horas diarias, de lunes a viernes".
Entre los desvinculados "había gente que llevaba casi 20 años en esa condición", dicen desde el Gobierno mendocino.
Cumplían diversas funciones según el rango, como estar a cargo de la oficina de enlace con el resto de las policías provinciales, prestar servicios en la oficina de seguridad bancaria, en sanidad policial o ser asesor legislativo, en el caso de los comisarios generales.
Los de más bajo rango eran choferes en distintas oficinas de la fuerza, empleados administrativos o tenían tareas de mayordomía. El recorte no fue total. Quedarán 60 policías retirados en funciones.
-100 policías retirados estaban prestando diversos servicios en la fuerza policial. Con el recorte aplicado quedarán 60 en funciones administrativas o de asesoramiento.
-Un retirado era presidente con mandato cumplido, y ya remplazado, de la Comisión de Estudios Históricos de la Policía
-Otro desvinculado prestaba servicios en la Pastoral policial ayudando cuando se celebraba misa.
"No teníamos ni balas ni papel ni tinta"
El recorte implementado en el Ministerio de Seguridad con la rescisión de los 40 contratos a policías jubilados es la consecuencia, afirman en Casa de Gobierno, "de haber llegado a un ministerio en el que no teníamos ni balas ni papel ni tinta para imprimir".
Además de una voluminosa deuda de proveedores, desde la gestión de Cornejo dejaron en claro que tendrán que ir haciendo recursos de donde no hay, porque no tienen disponibles y encontraron las diferentes carteras muy precarizadas.
La salida de los ex jefes policiales tiene que ver con eso, pero nadie descarta cierto recelo en el mando.