Funciona en el Gobierno de Mendoza el 0800-222-8722 para denuncias sobre violencia laboral. Dentro de esa categoría se encuadran, entre otras, aquellas conductas que directa o indirectamente estén dirigidas a ocasionar un daño, sufrimiento físico o acercamiento sexual no deseado sobre los trabajadores. Ese teléfono está bajo la órbita de la Subsecretaría de Trabajo y Empleo, a cargo de Alejandro Jofré, sobre quien pesan desde el martes, justamente, dos denuncias de trabajadoras de su dependencia por abuso sexual.
Las acusaciones fueron realizadas en la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual. La fiscal que las recibió fue Cecilia Bignert, quien las está investigando y están bajo secreto de sumario. Se trata de abusos sexuales simples, es decir, "tocamientos".
Por su parte, Alejandro Jofré no dio ninguna declaración al respecto y tampoco lo hicieron desde el Gobierno. De hecho, el funcionario seguirá en su cargo y las trabajadoras de las que habría abusado, tendrán que continuar teniéndolo como jefe todos los días en la oficina.
Jofré dijo a canal Siete, cuando puso en marcha el 0800 para recibir las denuncias: "La violencia laboral es el acoso, hostigamiento que sufren los empleados por parte de sus propios compañeros y de cualquier persona dentro de la estructura jerárquica. Genera un efecto no deseado que es que esa persona empieza a sufrir una afectación física a raíz de esa exclusión". Jofré, que daba capacitaciones contra la violencia laboral, no predicaba con el ejemplo.
Puertas adentro de la Subsecretaría de Trabajo, el comportamiento del funcionario era un secreto a voces desde hace varios meses. Una fuente consultada por Diario UNO contó que a fines de octubre una trabajadora denunció públicamente en un medio local las situaciones de abuso de las que estaba siendo víctima. Ese episodio no trascendió ni fue denunciado en las fiscalías, pero esa "valiente" dio el puntapié inicial y entonces comenzó a hacerse visible lo que sucedía en el despacho del funcionario.
¿Cómo denunciar a la misma persona que debe controlar? A todas se les había hecho saber en su trabajo que iban a buscar a las denunciantes para hacerles caer los contratos. Por eso, las dos mujeres recurrieron a otro poder, a la Justicia. Una de las denuncias fue realizada por una abogada de la Subsecretaría, quien fue la primera que lo hizo oficialmente en la fiscalía. Por la tarde, otra de las mujeres se animó también a seguir sus pasos.
A la segunda, según supo Diario UNO, Jofré le había tocado la cola en tres oportunidades. "¿No fue sin querer?", le preguntaron a quienes les contó por primera vez. Y no lo había sido. La conducta del subsecretario se repitió tres veces en tres momentos. Lo mismo le sucedió a quien realizó la primera denuncia, una joven letrada de la subsecretaría.
Desde el Gobierno, guardaron silencio y desde la Justicia confirmaron las denuncias, aunque sin mayores detalles por el secreto de sumario. Jofré no atendió el teléfono ni respondió los mensajes y tampoco lo hizo a quien responde, el ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Dalmiro Garay. "Dejarán que la Justicia actúe y Jofré se presentará a declarar cuando lo llamen", se limitaron a informar oficialmente.
La definición de la Subsecretaría sobre violencia laboral
"Violencia laboral es todo abuso de poder con la finalidad de excluir o someter a un trabajador de su empleo. Asimismo, es la acción persistente y reiterada de incomodar a un trabajador manifestada en comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que atenten contra la personalidad, la dignidad o la integridad, o que pueda poner en peligro su empleo o degradar el clima de trabajo en razón de su sexo, conformación física, religión, política, edad, otros. Dicha violencia se manifiesta ante la conducta hostil de forma continua y repetida en forma de insultos, desprecio, críticas, amenazas o aislamiento. Como así también toda conducta que directa o indirectamente esté dirigida a ocasionar un daño, sufrimiento físico o acercamiento sexual no deseado sobre los trabajadores".
Fuente: Diario UNO de Mendoza