Damián Hernández fue asesinado en el 2001 y sus padres, casi resignados, se sienten desamparados. Hasta hoy nadie encuentra explicaciones para el crimen ni responsables de la muerte del joven.

A 13 años del crimen, sin esperanzas ni fuerzas, todavía piden justicia

Por UNO

Frustración, desolación, pérdida de la esperanza. Algunas de las frases que hoy resumen el sentir de la familia Hernández tras 13 años sin Damián.

Este joven fue baleado el 8 de abril del 2001 y un día más tarde murió en el hospital.

La vida de Damián se apagó con sólo 20 años, en un hecho que hasta hoy no ha encontrado culpables ni responsables.

Treces años después, sus papás, Omar y Alicia, parecen haber perdido las fuerzas para luchar y encontrar justicia por su hijo, y si bien no se resignan, se sienten solos en esta cruzada desgarradora.

Para cada aniversario de la muerte de Damián sus padres organizaban una marcha en pedido de justicia, pero en esta oportunidad ya la fortaleza empieza a quebrarse.

“Estoy cansado de la hipocresía y de la indiferencia del Gobierno, de la Justicia y de la gente. Hice marchas durante todos los años, pero me harté de que vinieran 200 o 300 personas, que eran sólo amigos y parientes”, dijo Omar, el padre de Damián.

“Yo quiero justicia por mi hijo, pero también esto lo hago por todos. Acá nadie está a salvo y yo no quiero que haya más víctimas”, agregó.

Dos personas fueron acusadas por este crimen, pero por falta de méritos fueron sobreseídos. Se trata de un padre y un hijo que hoy estarían involucrados e investigados en otra causa.

“Tengo mucha bronca. Nunca me voy a resignar, y voy a pelear por Damián, pero la verdad, estoy cansado. Seguiré adelante a pesar de que mi hijo ya no va a volver”, remarcó Omar Hernández.

–¿Qué haría si tiene a los asesinos de su hijo enfrente?–No lo sé realmente. Hoy se habla mucho de los linchamientos. Yo no estoy de acuerdo con que maten a un ladrón o a un asesino, pero si dan ganas de darles una paliza.

Los padres de Damián sólo viven la vida porque es lo que les toca. Su felicidad se fue hace 13 años, aunque para muchos no pasó nada.