"Remeras", "pollo" y "pan". Parecería una lista de compras, pero no. Eran algunos de los eufemismos que los consumidores de droga utilizaban para comprarle a la Madre Belén y sus Wachos Atrevidos, la banda lasherina que esta semana sufrió una nueva condena.

Por tercera vez, María Belén Díaz (45) en una causa de narcotráfico. En este caso, ocho años de cárcel. Nuevamente, le revocaron el beneficio de prisión domiciliaria pero no porque violara la estadía en su casa del barrio 26 de Enero, sino porque aprovechaba esta situación para seguir vendiendo marihuana y cocaína.

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La condena era previsible. No sólo encontraron 6 kilogramos de marihuana y 30 mil pesos -además de 900 dólares y 20 mil chilenos- en su casa cuando fue detenida, sino que las escuchas telefónicas también la complicaron.

Belén Díaz, a quien solían mencionar como Tía, decía frases como "ya tengo preparadas las remeras para venderlas" o sus compadres le pedían "medio kilo de pan" o "un poco más de pollo", según surgió de las escuchas telefónicas y los mensajes que recibió.

Su hijo del medio, Luciano Pereyra Díaz (24), es uno de los líderes de los Wachos Atrevidos -ver más abajo-. El decía ser vendedor de ropa o mecánico, pero terminó condenado a 4 años por ser la persona que se encargaba de vender las drogas que gestionaban su madre y su padre, el Petete Sosa. Este último, desde el penal, movía los contactos para traer los estupefacientes desde el norte argentino y Belén gestionaba los vehículos.

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Juan Eduardo Medina (45) fue otro de los condenados esta semana. Recibió 6 años por ser la persona que acopiaba las drogas de la banda. Claro, Belén Díaz no quería dejarlas en su casa porque no quería complicar el beneficio de arresto domiciliario. Las conversaciones telefónicas con la mujer lo complicaron en la causa.

Por otro lado, Katherina Méndez (21) también recibió 4 años al recibir un kilo de cocaína por parte de la narcotraficante. El 20 de junio de 2018 la encontraron con un ladrillo que tenía la marca de una avestruz. Además, las escuchas arrojaron que la Tía Belén se los había dado "a costo" para darle una mano a su madre.

Antecedentes familiares

Tres de los hijos de Belén Díaz y Marcelo Petete Sosa están alojados en el penal. Conformaban una banda con sede en el barrio 26 de Enero de Las Heras conocida como los Wachos Atrevidos. El mayor, Jorge Díaz -llevan el apellido materno- está preso por un homicidio. En tanto que los dos restantes, Luciano y Brian Leonel Sosa, fueron acusados por robos de vehículos y violencia de género.

Pero también en algún momento fueron víctimas. Luciano Pereya fue secuestrado hace algunos años por una banda que, sabiendo que era un narcotraficante, le pidió una jugosa recompensa en efectivo a su madre.

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