Alejo Milanesi, si bien se encuentra imputado como partícipe necesario del “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”, es diferente al resto de los rugbiers detenidos por el crimen de Villa Gesell.
De los 12 testigos que participaron en las jornadas de ruedas de reconocimiento, ninguno pudo ubicarlo en la escena del fatal ataque a la salida de Le Brique. Por lo tanto, su rol en el asesinato de Fernando Báez Sosa sigue siendo una incógnita.
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Igualmente, para la querella, eso no implica que el joven quede libre de culpa. El abogado Fernando Burlando, representante legal de los padres de Báez Sosa, reveló un detalle clave: "como casi todos los involucrados en este episodio, registran algún tipo de eritema o excoriación en diferentes partes del cuerpo".
El letrado se refiere concretamente a lesiones menores como "rasguños o hematomas" que resultan “sumamente importantes, porque obviamente pueden hablar de algún tipo de agresión, de haber estado en una lucha y eso hace que (a los imputados) les sea muy difícil salir de la escena del crimen”.
A la espera de los resultados que arrojen los peritajes a los teléfonos celulares y de las identificaciones en las fotos y videos incorporadas a la causa, Burlando aseguró que con la información que posee "alcanza para llegar a un juicio oral".
