Cuando la acusación contra Gil Pereg (36) por el asesinato de su madre y su tía parece estar encaminada, los abogados defensores buscan apartar a la fiscal y al juez que han intervenido en la causa durante los dos meses de investigación que lleva.
Este jueves, los representantes legales del presunto asesino de Pyrhia Saroussy (63) y Lily Pereg (54) presentaron un escrito pidiendo la recusación de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos y del juez penal colegiado Sebastián Sarmiento.
¿El motivo? Todo comenzó en una audiencia que se realizó el miércoles donde la fiscal Ríos pidió que uno de los abogados sea investigado por falsa denuncia o falsedad ideológica.
Sucede que Gil Pereg le pagó con sus armas de fuego -valuadas en aproximadamente un millón de pesos- los honorarios a Maximiliano Legrand, Marcos Segovia y Lautaro Brachetta. Este último denunció la semana pasada que entraron a robar a su casa y le sustrajeron las credenciales de tenencia de esas armas. Sin embargo, la fiscal aseguró que esos documentos están en el expediente y no tienen copias, por lo que es imposible que se los hayan robado al abogado.
Ante esta acusación en su contra, los defensores entienden que la fiscal está enfrentada con ellos y es imparcial en el expediente. Lo mismo ocurre con el juez Sarmiento quien escuchó a Ríos en su exposición y eso influirá en su decisión, según manifestaron en el escrito los representantes legales de Pereg.
Ahora, ambos magistrados deben responder el pedido de recusación. En caso de ser rechazado, la situación será resuelta por el fiscal jefe de Homicidios Fernando Guzzo -en el caso de Ríos- y por un Tribunal Penal Colegiado -en el caso de Sarmiento-.
También contra los peritos
La audiencia del miécoles se había realizado ante un pedido de los abogados defensores de incorporar un perito de control para el examen psiquiátrico, lo que había sido rechazado por la fiscal Ríos por ser extemporáneo.
Los abogados ampliaron la solicitud y reclamaron que, además de sumar un profesional, se vuelva a realizar la pericia y recusar a los integrantes del Cuerpo Médico Forense (CMF) que ya analizaron a Gil Pereg.
El hecho
Las hermanas Saroussy y Pereg llegaron a Mendoza el 11 de enero pasado para visitar al hijo de Saruossy, Nicolás Gil Pereg -así se hacía llamar-, quien vive en la provincia desde hace diez años aproximadamente. Al día siguiente se reunieron con el hombre y los tres fueron juntos hasta el lugar donde vivía en condiciones de poca higiene: un predio ubicado en las inmediaciones del cementerio de Guaymallén. Desde ese momento, no fueron vistas nunca más.
Gil Pereg fue sospechoso por su extraño modo de vida - como un marginal, pero tenía 3 millones de pesos en su domicilio-, aunque nunca se pudieron encontrar pruebas para vincularlo. La Justicia investigó el caso como una "averiguación paradero" hasta el 25 de enero cuando un cotejo con una mancha hallada en su domicilio determinó que era sangre de las víctimas. Esa misma jornada fue detenido y al día siguiente se encontraron los cuerpos.
Lily Pereg, quien era docente de microbiología en Australia, fue ultimada de tres disparos. En tanto, la madre del acusado fue estrangulada. Ambas fueron empaladas con un hierro de construcción cuando ya estaban sin vida.