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Los rugbiers franceses Hugo Auradou y Oscar Jégou junto a su abogado Rafael Cúneo Libarona en la casa de la Quinta Sección, de Capital, donde permanecen con prisión domiciliaria.
Cúneo Libarona X
"Sí, fue abuso porque se involucró otro jugador más. Cuando estaba con él entró otro a la habitación y me violaron. Pero no se lo vayas a decir a nadie por favor porque me muero de la vergüenza. Estaba buenísimo, yo me cago de la risa, pero ahora que estoy así no la pasé bien y no voy a permitir que me traten así", detalló la mujer de 39 años.
Su amiga, quien sabía que del boliche Wabi la mujer de 39 años se había ido con un rugbier francés, le respondió: "No sabía esto, me parece un montón que encima haya entrado otro flaco y vos queriéndote ir. Lo vi en la barra hablé dos segundos pero cuidáte, te expones vos y tu cuerpo, no sabés cómo podrías haber terminado".
Y agregó: "Puede ser algún juego como medio ahí, pero un moretón en el ojo, a ver, uno acepta o no la violencia cuando hablamos de algo sexual. Si vos le estabas diciendo que te querías ir, el chabón te mete una trompada en el ojo, te agarra del cuello, te golpea y me decís ahora que entró otro pibe a la habitación sin tu consentimiento, queriéndote ir, eso fue una violación. Si me decís que no fue con tu consentimiento, por más que te lastimen porque hay gente que le gusta, pero si no fue con tu consentimiento fue un abuso sexual. Es así, no hay con qué darle".
Más detalles de la denunciante de los rugbiers franceses
"Fue re excesivo. Sí, por eso yo me quería ir a mi casa y el chabón no me dejaba ir a mi casa. Me terminé yendo 8.50 del hotel cuando se estaban despertando los entrenadores": indicó la mujer que denunció la violación.
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Imagen del ascensor del hotel de calle Belgrano en el que la denunciante ingresó con el rugbier francés Hugo Auradou en la madrugada del 7 de julio pasado.
"Yo me cagaba de la risa, pero ahora que me empecé a acordar porque estaba en pedo, también me ahorcaron, no me dejaron salir de la habitación, tengo moretones en toda la espalda, en el cuello, el ojo moretoneado, los pechos marcados, no me puedo mover" como consecuencia de los golpes que habría sufrido en la habitación del hotel de los rugbiers franceses.
Y siguió: "Me tomé un Diclofenac y ahora la Natacha me pasa a buscar para ir al Cuerpo Médico Forense, al Polo Judicial. No me bañé ni nada, tengo la ropa interior puesta".
"Cuando los flacos se durmieron me pude ir de la habitación. No tomé la magnitud hasta que se me pasó el pedo. Me lo tomé como gracia y por más que estuviera rico me hicieron bosta, me hicieron bosta", terminó.