Si bien estos dichos Arancibia los hizo dentro del penal, no consta una declaración formal en el expediente, por lo que para los investigadores esto carece de validez.
Mientras tanto, se realizan minuciosos peritajes en los celulares de los dos acusados por femicidio para determinar si ambos estaban en la casa en el momento del asesinato.
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De no ser así, y que se compruebe mediante información precisa de los teléfonos que uno de ellos no estuvo en la escena del crimen, la causa tendría un abrupto cambio para los imputados, que son asistidos por el mismo defensor oficial Rafael Manzur.
Al parecer, el sábado 12 de diciembre, día del asesinato de Florencia Romano, Méndez se habría ido a la casa de unos familiares, donde estuvo hasta el domingo a la noche cuando regresó al Callejón Berra y calle Padre Vázquez, donde vivía con Arancibia, por lo que ella posiblemente no sepa lo que ocurrió, y es uno de los datos claves en la investigación.