Víctor Bittar, el responsable del programa contra el SIDA en Mendoza dio detalles del tratamiento que llevó a que una persona que tenía VIH fuese curada, siendo el segundo en la historia de la humanidad.

"Esto reproduce lo mismo que ya se había observado en un paciente hace varios años que se llamó el paciente de Berlín, al que se le hizo un trasplante de médula ósea en ese momento para el tratamiento de una leucemia. En este caso es otro paciente que tiene VIH positivo, que también estaba en tratamiento retroviral pero desarrolló un linfoma de tipo Hospkin y no respondió a la quimioterapia tuvieron que hacerle un trasplante de células madres, que es muy similar a lo anterior y lograron trasplantarle células madres que son resistentes al virus", comenzó explicando el especialista, que también se desempeña como profesor en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo.

Pasaron 12 años para que la ciencia anuncie que logró curar a un segundo paciente que estaba infectado con VIH. Después del anuncio del primer paciente curado del virus -llamado Paciente de Berlín-, los investigadores han intentado replicar aquel tratamiento, pero los pacientes sufrían una recaída al abandonar los fármacos antirretrovirales. El segundo paciente es llamado Paciente de Londres.

El protagonista del nuevo estudio ya lleva más de un año libre del virus del VIH. El tratamiento aplicado constó de un trasplante de médula ósea, utilizado originalmente en ambos casos contra el cáncer.

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"Esto es porque las células que trasplantaron carecían de un correceptor para el virus, sin ese correcepto el virus no puede penetrar a la células entonces las células se hacen refractarias y en este caso al ser un cáncer se eliminan todas las células previas que el paciente tiene y se reemplazan por estas células madres que reemplazan las células de sangre periférica", señaló Bittar.

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En cuanto a los antecedentes, el doctor sostuvo: "El correceptor se hizo a raíz de un estudio que se hizo en Inglaterra con una serie de trabajadoras sexuales de África y que no se infectaban. Cuando se las estudió, se observó que lo que no tenían estas mujeres en las superficies de sus linfocitos de sus células inmunes era un receptor que el virus necesitaba para poder ingresar. Esto fue en el 1995 pero abrió una puerta importantísima".

"Los donantes carecen este correceptor porque tienen una alteración genética que se conoce como Delta 32, que hace que las personas que la tienen no expresen este correcpetor para el virus y son refractarias o inmunes contra la infección del VIH. Esto abrió un camino para el estudio de vacunas", sostuvo el galeno.

"Es promisorio que se haya podido lograr la curación sin necesidad de tratamiento que es la clave porque hoy en día no podemos curar a los pacientes pero los podemos tratar y andan muy bien pero a estos pacientes que han sido trasplantados se les ha podido suspender el tratamiento antiretroviral y no han recaído con la infección" "Es promisorio que se haya podido lograr la curación sin necesidad de tratamiento que es la clave porque hoy en día no podemos curar a los pacientes pero los podemos tratar y andan muy bien pero a estos pacientes que han sido trasplantados se les ha podido suspender el tratamiento antiretroviral y no han recaído con la infección"

Víctor Bittar, es Jefe del Programa Provincial de SIDA del Ministerio de Salud de Mendoza.

"El tema de la curación pasa por varios intentos que se están haciendo simultáneamente en distintos lugares del mundo; por un lado reducir la replicación viral que es tratar a los pacientes lo más tempranamente posible para reducir los reservorios. Por otro lado hay otro camino que es estimular al sistema inmune con lo que se llaman vacunas terapéuticas que hace muy poco salió, son vacunas para personas infectadas y se trata de estimular al sistema inmune para que anticuerpos o células eliminen el virus y las células infectadas. Por último sería lograr que las células del sistema inmune sean resistentes al virus que es lo que se ha logrado con estos trasplantes pero también se está investigando con terapias génicas donde se le saca sangre a las personas infectadas, modifican las células in vitro en el laboratorio y se las vuelven a reinyectar. Esto es una modificación genética de las células en el laboratorio de la propia persona", concluyó Víctor Bittar.

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