Según contó, era muy conciente de que "tenía tuits chotos" de hace 10 años y que "siempre supe que estaba la chance de que esto pase. Nunca señalé a nadie por ello, porque entiendo que eran otros tiempos", indicó en sus historias de Instagram.
Pero entre lágrimas advirtió a los que la escracharon: "Son todos unos caraduras en levantar el dedo, exponerme o intentar cancelarme".
Siendo apenas una aprendiz en Twitter, Nati Jota reconoció que ese tipo de tuits los publicaba para ganar seguidores. Entre ellos se encuentran posteos como: "Matar chicas lindas y flacas debería no sólo ser legal sino ser un trabajo pago"; o "Ahora que aumentó la yerba, los pobres van a tener todavía más hijos"; y otros como: "Siempre pienso que re feo ser gordo y sentarte en el colectivo y saber que nadie se quiere sentar al lado tuyo porque implica medio asiento".
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Los tuits viejos de Nati Jota
Hoy tiene casi 2 millones en Instagram y ser influencer se convirtió en su principal fuente de trabajo, de ahí que la angustia la posibilidad de ser "cancelada", que en el mundo de las redes significa que el público deje de consumir sus contenidos.