Por supuesto, para garantizar el buen uso de estos botones de pánico, no se revelará públicamente cuáles serán las tiendas beneficiadas, en una instalación que estará a cargo de la empresa SilentShield.
Lo que se explica no es para nada nuevo, ya que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, propuso la idea hace un año. Desde aquel momento, se ha estado solicitando financiamiento, algo que se consiguió gracias a la organización United Bodegas of America (UBA).
De hecho, según detalla el medio Newsweek, esta no es la primera vez que se implementa una medida de este tipo. En junio, se instalaron cerca de 50 botones de pánico en distintas bodegas, pero el proyecto enfrentó diversas críticas de integración con la policía.
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La instalación de los botones de pánico comenzará en las próximas semanas, en una decisión respaldada por la población para poner fin a la delincuencia en la Gran Manzana.
Lo que llevó a esta instalación
La decisión de implementar esta medida surge tras una serie de incidentes violentos ocurridos en bodegas de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York.
Entre los casos más recientes, se encuentra el asesinato de un hombre de 33 años, quien fue apuñalado múltiples veces el sábado dentro de una bodega en Harlem.
El mes pasado, un empleado de 24 años de una bodega en Harlem fue apuñalado en el cuello durante un intento de robo, según informó el sitio NBC News.