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El Ballet de San Petersburgo deslumbró en Mendoza con el  "El Lago de los Cisnes"

Actuaciones precisas, detalles cuidados y un público entusiasta e impuntual. Estas fueron las características del espectáculo que se vio este miércoles en el Arena Maipú

Paola Alé
Por Paola Alé [email protected]
El Ballet de San Petesburgo brilló en Mendoza.

El Ballet de San Petesburgo brilló en Mendoza.

El afamado Ballet de San Petersburgo ofreció una presentación sublime de "El Lago de los Cisnes" en Mendoza, que combinó rigurosidad técnica con una puesta en escena delicada y emotiva. La obra, dividida en dos actos de aproximadamente una hora cada uno, fue interpretada con una precisión casi de relojería por todo el cuerpo de ballet, destacándose las actuaciones de primeros bailarines Aslan Karginov, en el papel del príncipe Sigfrido, y Elizabeth Barkalova, quien interpretó a la princesa Odette, en las versiones del cisne blanco y el cisne negro.

Actuaciones de excepción

Los dos reconocidos bailarines brillaron en escena, respaldados por el conjunto de artistas de la danza que provienen de distintas nacionalidades –Rusia, Japón, Italia y Ucrania-. No obstante, no solo la pareja protagonista se llevó los aplausos. El bailarín Ruslan Soengoshev que encarnó al bufón de la corte, cuya actuación, demostró una destreza y gracia en el aspecto teatral, recibió una ovación por parte del público.

Impuntualidad a la mendocina

Los artistas que vienen de lugares tan recónditos y practican este tipo de artes en los que la precisión, el ensayo, la rigurosidad, los detalles estéticos cuidados, no deben entender demasiado la psicología del público mendocino.

El Arena Maipú abrió sus puertas alrededor de una hora y media antes de la función, que comenzaba a las 21, el lugar se encontraba casi vacío hasta 10 minutos antes de ese horario. Así fue como la compañía no pudo comenzar a actuar hasta que los asistentes dejaron de ingresar.

Aún después del primer cuadro, todavía seguía ingresando gente al lugar.

Además, el espectador local promedio es extraño: frío como la planicie siberiana en un comienzo, hasta que se acomoda y entra en calor: ya después se quiere quedar aplaudiendo y saludando.

Tal cosa fue lo que ocurrió este miércoles, teniendo en cuenta que el ballet brindó la versión completa de El Lago de los Cisnes, con la incomparable música de Tchaikovsky, la función se extendió hasta las 23, de tantas ovaciones del público local.

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