Finasteride no es una hormona, sino que bloquea la conversión de la testosterona en una forma activa, DHT, que actúa sobre el folículo piloso favoreciendo la progresiva miniaturización del cabello. Es el mismo principio activo que se usa para la inflamación benigna de próstata, pero en una dosis cinco veces menor.
“Se puede tomar con mucha seguridad durante mucho tiempo: en el 95% de los casos, no se presenta ningún efecto adverso”, sostiene el Dr. Leguizamón. Una proporción mínima de los pacientes puede presentar disminución del deseo sexual, disfunción eréctil o dolor testicular, pero todos esos problemas son reversibles con la interrupción del tratamiento, sin ninguna secuela, lo que es “una tranquilidad extra”, afirma el profesional. A menudo, las complicaciones desaparecen de manera espontánea cuando se sigue tomando la medicación.
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La importancia de la supervisión por especialistas
Para aprovechar al máximo la prescripción del finasteride, es aconsejable que especialistas en medicina capilar confirmen el diagnóstico, indiquen el esquema adecuado, aclaren las dudas, supervisen los efectos de la medicación en el tiempo y eventualmente ofrezcan alternativas o complementos. “Hemos visto pacientes que lograron una mejoría importante y después no necesariamente pierden todo eso que ganaron cuando lo dejan de tomar”, dice el Dr. Leguizamón.
Según el especialista, y de acuerdo con la condición del cabello y las preferencias de los pacientes, el medicamento se puede combinar con otros tratamientos, como loción de minoxidil al 5% (https://www.hairrecovery.com.ar/!/ tratamientos-minoxidil ), un shock de nutrientes por mesoterapia Nutrifol (https://www.hairrecovery.com.ar/!/tratamientos-nutrifol ) o Plasma rico en plaquetas ( https://www.hairrecovery.com.ar/! / tratamientos-plasma-cabello ).