Una frase dicha por el presidente Mauricio Macri en los Estados Unidos resonó de manera especial en la Argentina.
Cuando un periodista de la agencia Bloomberg TV le preguntó sobre la posibilidad de presentarse en 2019 a la reelección presidencial, el mandatario argentino respondió: "I'm ready to run", algo así como "estoy listo para competir en esa carrera".
Escuchada en la Argentina, la frase no sonó para nada bien.
Y no sonó bien por una razón política esencial. Los argentinos lo quieren ver a Macri correr antes otra carrera: la de sacarnos de la tormenta política que generó la crisis cambiaria y económica en la que estamos metidos los argentinos desde hace meses.
Una crisis en la que los argentinos están aportando una gran cuota de sentido común y de paciencia republicana, incluso en ciudadanos que no están de acuerdo con la gestión Macri.
Por eso el Presidente debería ser más cuidadoso a la hora de vaticinar más triunfos suyos en las presidenciales del año próximo. Debería en cambio seguir en nuestra compañía hasta que crucemos el río.
Más cautas fueron, en cambio, otras declaraciones del mandatario argentino.
Por ejemplo, cuando dijo ante empresarios: "Estamos construyendo un nuevo país, una nueva sociedad basada en la cultura del trabajo, en la cultura de que tenemos que mejorar sin trucos ni atajos".
Con respecto a la ampliación del acuerdo que la Argentina ha enhebrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Macri opinó que "nos dará más certeza para el programa financiero de la Argentina".
Y, ahora sí cuidadoso, aclaró que "aún no puedo dar más precisiones porque estamos negociando, pero (el acuerdo) va a brindar más confianza al mercado".
Según Macri, "no es un control lo que vamos a hacer, como fue en su momento la convertibilidad. Estamos trabajando con el Fondo Monetario para presentar un acuerdo que traerá más confianza, más aún de la que se vio en los últimos diez días, cuando los mercados cambiaron y comenzaron a reaccionar".
Es como si a medida que iba haciendo declaraciones el Presidente hubiera entendido que aquello de "ready to run" no había sido muy feliz.