La juventud global desarrolla sus carreras y establece negocios gracias a la apertura
Priyasha Sharma, de la India, participa en un evento de celebración del Año Nuevo chino en Shenzhen, provincia de Guangdong, en enero del año pasado. PARA USO DE CHINA DAILY
En 2014, cuando Priyasha Sharma llegó desde India a Shenzhen, provincia de Guangdong, por primera vez para estudiar en la Universidad de Shenzhen, no tenía ni la más ligera sospecha de que todavía estaría viviendo en la ciudad 10 años después; mucho menos que la llamaría “hogar”.
Shenzhen, un modelo pionero de la reforma y apertura de China, fue diseñada como la primera zona económica especial de la nación en 1980. De una pequeña aldea pesquera, se transformó en un centro tecnológico global líder en unas pocas décadas.
“Con frecuencia, se hace referencia a Shenzhen como la Silicon Valley de China y es sede de gigantes tecnológicos chinos como Huawei y Tencent”, aseguró Sharma.
Después de finalizar su maestría en la Universidad de Shenzhen en 2022, Sharma, ahora con 28 años, decidió forjar su carrera en una empresa de cadena de suministros enfocada en tecnología.
A pesar de que Sharma hablaba chino con fluidez, tuvo que lidiar con algunas diferencias culturales al ser la primera empleada extranjera de la compañía, pero el clima abierto y de apoyo le permitió expresar sus opiniones y le brindó las mismas oportunidades para el avance de su carrera. Actualmente, ocupa un cargo gerencial de alto nivel en la firma, ayudándola a aumentar su influencia internacional.
“Los residentes de Shenzhen acogen a los recién llegados, integrando diferentes perspectivas en una identidad local unida”, señaló.
Añadió que el gobierno de Shenzhen ofrece servicios, políticas e incentivos para asistir a los residentes foráneos, así como a las startups y las empresas establecidas de extranjeros.
Por ejemplo, en cada distrito de Shenzhen existen centros dedicados a los extranjeros que proporcionan servicios como enseñanza del idioma, asesoramiento legal, plataformas de empleo y pasantías, junto con eventos destinados a fomentar redes de negocios para los residentes internacionales. Es crucial destacar que estos servicios y eventos se ofrecen de manera gratuita y se llevan a cabo encuestas periódicas para mejorar el apoyo a los expatriados.
Dado que la apertura de China se ha ampliado, al igual que Shenzhen, muchas ciudades han estado atrayendo a talentos internacionales para residir, trabajar, invertir y establecer empresas. Entre ellas se encuentra Yiwu, un reconocido centro de comercio de pequeñas mercancías en la provincia de Zhejiang en el este de China.
Según los datos de la Administración de Regulación del Mercado de Yiwu, este año se han establecido 162 nuevas empresas con financiación extranjera en la ciudad, lo que representa un aumento del 34 % en relación con el año anterior.
Kirill Kravtsov, un estudiante ruso de 23 años en la Universidad de Pekín, hace poco visitó Yiwu. Descubrió que muchos empresarios jóvenes de todo el mundo han iniciado sus negocios en la ciudad. Algunos de ellos han vivido allí por más de 10 años y han sido testigos y partícipes del progreso económico y las mejoras en la infraestructura de la ciudad.
“Yiwu es, sin dudas, una ciudad amigable para los negocios, ya que ha estado lanzando muchas iniciativas para atraer a talentos internacionales y facilitarles la vida y el trabajo allí”, comentó Kravtsov. Durante su visita, conoció a una joven empresaria de Kirguistán que se trasladó a Yiwu, inició su propio negocio de accesorios y lo expandió con éxito a varios países en todo el mundo.
La empresaria le explicó a Kravtsov que Yiwu ofrece políticas favorables para las startups extranjeras, que incluyen un sistema de puntos. Los extranjeros que cumplen con requisitos específicos, como aprobar el HSK 6 (el nivel más alto del examen de competencia en chino), poseer una maestría y otras aptitudes, pueden acumular un puntaje alto, que facilita la obtención de una visa de empleo a largo plazo.
“Las ciudades chinas se están esforzando para abrirse más al mundo y creo que Yiwu es un buen ejemplo,” afirmó Kravtsov.
El estudiante ruso también advirtió que China ha estado organizando diversos eventos y programas interculturales durante los últimos años. “Estas actividades incentivan a la juventud de todo el planeta a visitar a China personalmente y ver con sus propios ojos el desarrollo del país y los beneficios que puede aportar al mundo”.
Melina Gisela Weber, una alemana de 31 años, comparte una opinión similar. En julio, ella viajó al Puerto de Libre Comercio de Hainan en la provincia con el mismo nombre al sur de China y observó que la isla está creando plataformas para colaborar con los países involucrados en la Iniciativa de la Franja y la Ruta en campos como cultura y educación.
Un ejemplo destacado de esto es el campus de Hainan de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bielefeld de Alemania. Es una institución pionera de educación superior en la parte continental de China fundada independientemente por una universidad internacional.
“La Iniciativa de la Franja y la Ruta ha aumentado los flujos comerciales entre Alemania y China, así como los intercambios entre personas”, expresó.
