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Las críticas son porque las charlas se realizan en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo y violarían el principio de educación pública y laica

Intelectuales cuestionan unas jornadas médicas por el “trasfondo religioso”

Por UNO
El dictado de las Jornadas Interdisciplinarias 2015 sobre la Persona por Nacer, a realizarse hoy y mañana en el auditorio Gustavo Kent, del hospital de la Universidad Nacional de Cuyo, despertó cuestionamientos y algunas críticas de sectores intelectuales, alumnos, profesores y organismos sociales, que consideran el auspicio de estas charlas como “una avanzada clerical sobre el espacio público y laico”.

El coloquio está organizado por el área de Histología y Embriología de la Facultad de Ciencias Médicas y el Centro de Bioética, Persona y Familia y cuenta con la adhesión de la Arquidiócesis de Mendoza, que auspicia el encuentro e invita desde su página web institucional a participar a todos los creyentes, “agentes pastorales y a la comunidad de Salud de la PUM (Pastoral Universitaria de Mendoza)”.

Por el contenido de este ciclo y la tendencia religiosa que esconde, en cuanto a la postura que asume sobre los derechos de las mujeres y el debate en torno al aborto, es que el Área de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la misma Universidad Nacional de Cuyo emitió un comunicado manifestándose en contra, además de plantear la necesidad de reparar esta decisión con otras acciones.

“Consideramos que estas jornadas violan el principio de educación laica, ya que es presentado como un evento científico pero esconde el trasfondo religioso del mismo expresado en el Centro de Bioética, entidad que promueve la homofobia y la función reproductiva de las mujeres como principal espacio para su desarrollo”, dice parte del comunicado que trascendió fuera de los claustros a través de internet.

En otro párrafo el equipo de Derechos Humanos explicita que “es de gravedad institucional que se preste un espacio de la universidad pública para una actividad que presenta un punto de vista parcial y que desconoce, por ejemplo, el último fallo de la Corte Suprema de Justicia en materia de abortos no punibles, además de expresar una clara intención de obstaculizar el acceso a este derecho”.

Romina Zapata, miembro de esta área, explicó que una vez comunicada esta situación de discrepancia “recibimos el acompañamiento de algunos profesores, alumnos e institutos. Lo que se pretende no es interrumpir estas jornadas sino que se abra también el espacio para otras voces sobre estos temas”.

De hecho el comunicado solicita que se “abra el espacio a acciones reparatorias donde se puedan mostrar otras perspectivas que respeten la laicidad de la universidad, los tratados y normativas de Derechos Humanos, en respaldo del compromiso asumido por la Universidad Nacional de Cuyo con los derechos de las mujeres”, detalla antes de finalizar.

Carlos Lombardi, abogado representante de la Facultad de Derecho del comité ejecutivo del Idegem (Instituto de Estudios de Género de Mendoza), opinó también sobre estas jornadas: “Llama mucho la atención esta movida clerical en la universidad. Están utilizando el espacio público y laico para sentar una posición ideológica fuera de todo cientificidad y normativa jurídica”. El defensor del laicismo agregó que “las autoridades de la facultad deberían promover y dar aval a sectores laicos y científicos para esclarecer un gran debate pendiente en la sociedad”.

Sectores a favor

Pese a estas críticas, muchos profesionales de la salud, estudiantes de medicina y carreras afines se mostraron interesados en participar en este espacio cuyo cupo es limitado. Además recibió el visto bueno de otros intelectuales que  ven con buenos ojos estas jornadas.  

Realizará la apertura de las charlas el doctor Miguel Fornés, profesor titular del área de Histología y Embriología de Medicina. La jornada contará con temas como:  aspectos filosóficos y biológicos del inicio de cada vida humana, sobre la dignidad de la vida humana, la concepción como hecho jurídico, entre otros.

Un debate que divide las aguas

 Tratar de entender desde la filosofía o cualquier otra rama de la ciencia el inicio de la vida humana ha sido uno de los temas más controvertidos y necesarios a la hora de practicar políticas de salud reproductiva y por ende también de entender las distintas posiciones que se discuten cuando se plantea el aborto .

Una palabra clave en torno a este debate es la de “concepción”. Hay grupos que entienden que hay vida humana desde la unión del espermatozoide con el óvulo y otros para quienes la ecuación que iguala al embrión con una persona no tiene ningún fundamento científico. “Igualar el aborto al asesinato es absurdo. Un embrión no es una persona. Es una forma de vida meramente vegetativa, sin actividad sensible ni racional. Carece de conciencia, de psiquismo, de subjetividad. No siente, no piensa. No está socializado ni ha iniciado la socialización. Por ende, no podemos considerarlo sujeto de derecho y desconsiderar a la mujer como sujeto de derecho. Ninguna mujer debería tener que sacrificar su vida, su libertad, su dignidad y su felicidad en el altar del dogmatismo religioso o del reduccionismo genético”, dicen quienes defienden el derecho al aborto.

En la vereda de enfrente se paran, alzando la bandera contra estas ideas, los que piensan que “el alma es infundida al cuerpo por Dios en el instante mismo de la fecundación”.