María Inés Martínez, la nutricionista y amiga de la mujer que habría intentado cometer elfilicidio, declaró ayer en el Segundo Juzgado de Instrucción prácticamente lo mismo que le habíadicho a Diario UNO el día posterior al hecho: "Estuvo dos horas fuera de su casa, mientras queadentro estaban los chicos encerrados y saliendo gas. Para mí ella estaba esperando que murieran". Ayer desde el juzgado sólo se confirmó que la madre de los niños "está detenida en elhospital El Sauce, se están tomando todas las testimoniales y la causa está en plena investigación", al tiempo que se informó que todavía no están completas las pericias sobre la condición mental dela protagonista del hecho. En cambio fuentes extrajudiciales informaron que ayer mismo el juzgado obtuvo una declaracióncontundente de María Inés Martínez, la testigo clave del caso. En esencia habría dicho que a las 15.30 de ese martes 29 de junio, cuando ella regresó a sucasa en la ciudad de Rivadavia, se encontró con su amiga Marianela Rossi, quien le dijo que Emilse,la madre de los niños, estaba con ella y que la veía extraña, como si hubiera ingerido algúnpsicotrópico. Marianela se tenía que ir a trabajar y le pidió a María Inés que atendiera a Emilse. Ambasingresaron a la casa de María Inés. "Le serví un café y comió un pedazo de torta", recordó en sumomento la nutricionista, quien también observó que Emilse estaba extraña, como adormecida, y semovía con torpeza. La profesional le preguntó reiteradas veces a su amiga por los hijos y ésta le contestóprimero que estaban jugando en su casa y luego que estaban durmiendo. María Inés decidió ir hastala casa de Emilse pese a que ésta se negaba. Recorrieron los 30 metros que separan una vivienda dela otra y cuando María Inés quiso ingresar, Emilse quiso impedírselo. María Inés la empujó eingresó con dificultad "porque la puerta estaba como trabada". Allí la mujer sintió un fuerte olor a gas y vio, en medio del comedor, un colchón en el pisoy a los dos hermanitos desvanecidos sobre él. "Corrí, agarré al bebé y salí a la calle gritando,pidiendo auxilio". En pocos segundos llegó más gente y sacó a la niña, la cargaron en el auto deMaría Inés y los llevaron al hospital Saporiti. "Los chicos estaban totalmente desvanecidos. Nosabía si estaban vivos, especialmente el bebé. Me quedé en el hospital hasta que vi que comenzabana respirar y los escuché llorar", recordó 24 horas después María Inés. En la causa quedó certificado que la mujer había sellado todas las hendijas de puertas conpapel de diario, tapado con trapos todas las ventilaciones, incluida la chimenea de la salamandra,y había abierto las llaves de gas de la cocina.