La vecina que salvó a los pequeños declaró este miércoles. El hecho ocurrió en Rivadavia, en junio.

Se complicó la situación de la mujer sospechada de haber querido matar a sus hijos con gas

Por UNO

RIVADAVIA– La situación procesal de la mujer de 29 años que está sospechada de haber querido matara sus hijos de 1 y 4 años intoxicándolos con gas se agravó ayer, después de que declarara en el

juzgado la principal testigo de la causa, quien detectó el hecho y permitió que los niños

sobrevivieran.

María Inés Martínez, la nutricionista y amiga de la mujer que habría intentado cometer el

filicidio, declaró ayer en el Segundo Juzgado de Instrucción prácticamente lo mismo que le había

dicho a Diario UNO el día posterior al hecho: "Estuvo dos horas fuera de su casa, mientras que

adentro estaban los chicos encerrados y saliendo gas. Para mí ella estaba esperando que murieran".

Ayer desde el juzgado sólo se confirmó que la madre de los niños "está detenida en el

hospital El Sauce, se están tomando todas las testimoniales y la causa está en plena investigación",

al tiempo que se informó que todavía no están completas las pericias sobre la condición mental de

la protagonista del hecho.

En cambio fuentes extrajudiciales informaron que ayer mismo el juzgado obtuvo una declaración

contundente de María Inés Martínez, la testigo clave del caso.

En esencia habría dicho que a las 15.30 de ese martes 29 de junio, cuando ella regresó a su

casa en la ciudad de Rivadavia, se encontró con su amiga Marianela Rossi, quien le dijo que Emilse,

la madre de los niños, estaba con ella y que la veía extraña, como si hubiera ingerido algún

psicotrópico.

Marianela se tenía que ir a trabajar y le pidió a María Inés que atendiera a Emilse. Ambas

ingresaron a la casa de María Inés. "Le serví un café y comió un pedazo de torta", recordó en su

momento la nutricionista, quien también observó que Emilse estaba extraña, como adormecida, y se

movía con torpeza.

La profesional le preguntó reiteradas veces a su amiga por los hijos y ésta le contestó

primero que estaban jugando en su casa y luego que estaban durmiendo. María Inés decidió ir hasta

la casa de Emilse pese a que ésta se negaba. Recorrieron los 30 metros que separan una vivienda de

la otra y cuando María Inés quiso ingresar, Emilse quiso impedírselo. María Inés la empujó e

ingresó con dificultad "porque la puerta estaba como trabada".

Allí la mujer sintió un fuerte olor a gas y vio, en medio del comedor, un colchón en el piso

y a los dos hermanitos desvanecidos sobre él. "Corrí, agarré al bebé y salí a la calle gritando,

pidiendo auxilio". En pocos segundos llegó más gente y sacó a la niña, la cargaron en el auto de

María Inés y los llevaron al hospital Saporiti. "Los chicos estaban totalmente desvanecidos. No

sabía si estaban vivos, especialmente el bebé. Me quedé en el hospital hasta que vi que comenzaban

a respirar y los escuché llorar", recordó 24 horas después María Inés.

En la causa quedó certificado que la mujer había sellado todas las hendijas de puertas con

papel de diario, tapado con trapos todas las ventilaciones, incluida la chimenea de la salamandra,

y había abierto las llaves de gas de la cocina.