El cable USB es simplemente el dispositivo para conectar dispositivos electrónicos, como computadoras, teléfonos, tabletas, y permite la transferencia de datos y el suministro de energía. Sin embargo, muchos de sus usos pasan desapercibidos y el cable termina guardado en el cajón. Pero, lo cierto es que quien tiene uno, posee un recurso valioso.
¿Tienes un cable USB sin usar? Puedes tener un tesoro: el truco para devolverlo al uso
El truco para reutilizar un cable USB viejo
Un cable de este tipo y que además lo tienes sin uso, puede ser un gran tesoro tecnológico, ya que, con este sencillo método puedes convertir un cable USB en un cargador, una fuente de energía, un accesorio para la PC o incluso en parte de un proyecto casero. El truco está en identificar qué tipo de conector tiene (micro USB, USB-C, mini USB, etc.) y combinarlo con adaptadores o usos alternativos.
Entre los usos más populares se encuentra:
Cargador de emergencia
Si el cable funciona, pero no lo usas más, puedes conectarlo a un adaptador de corriente o batería portátil (power bank) para cargar otros dispositivos compatibles, como auriculares, linternas, parlantes o lectores electrónicos. También puedes guardarlo en el auto con un cargador USB para emergencias.
Transferencias de datos
Muchos cables USB aún sirven para sincronizar datos entre computadoras, discos externos o cámaras digitales. Si es un cable de buena calidad, puedes usarlo como conexión directa a dispositivos de almacenamiento.
Cargador universal con un adaptador múltiple
Hoy existen adaptadores multipuerto que permiten transformar un cable antiguo en uno compatible con múltiples dispositivos. Por menos de lo que cuesta un café, tu viejo cable puede ser útil otra vez.
Si eres un poco más hábil, puedes reciclar el cable para un proyecto DIY (hazlo tú mismo)
- Crear una lámpara USB para el escritorio.
- Transformarlo en un cargador solar casero con un pequeño panel y una batería.
- Usarlo como fuente de energía para Arduino o Raspberry Pi.
Reutilizar un cable USB no solo te ahorra dinero, sino que reduce el desperdicio electrónico, uno de los problemas ambientales más serios del mundo actual. Un solo cable puede tardar cientos de años en degradarse si termina en un vertedero.
La próxima vez que encuentres un cable USB viejo en un cajón, piénsalo dos veces antes de tirarlo. Con un poco de ingenio y este truco, puedes convertirlo en una herramienta útil, funcional y ecológica. A veces, el verdadero tesoro no es tener algo nuevo, sino saber qué hacer con lo que ya tienes.