¡No lo sabía!

Si te espera un viaje largo, evita cometer este error con las ruedas de tu auto

Hay un error muy frecuente al inflar las ruedas del auto antes de un viaje largo, causando desgaste, accidentes y mayor consumo de nafta

Antes de salir a la carretera para unas merecidas vacaciones o un viaje de trabajo, muchos conductores cometen un error muy frecuente al revisar sus neumáticos: inflar las ruedas del auto más de lo recomendado. Por eso, preparar el auto antes de salir es fundamental para garantizar un viaje seguro.

Aunque puede parecer una buena idea "reforzar" la presión para un trayecto largo, sobrecargar los neumáticos con aire puede poner en riesgo tu seguridad, el rendimiento del vehículo y la vida útil de las llantas. Por esta razón, el problema surge cuando los neumáticos se inflan por encima o por debajo de la presión recomendada.

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¿Por qué inflamos de más las ruedas del auto?

El principal motivo es la creencia de que más presión reduce la fricción y, por ende, el consumo de combustible. Aunque esto es parcialmente cierto, inflar los neumáticos por encima de lo recomendado por el fabricante puede provocar:

  • Menor adherencia al pavimento
  • Mayor desgaste en la zona central del neumático
  • Pérdida de control al frenar o tomar curvas
  • Riesgo de reventones por altas temperaturas en carretera

Cada auto tiene una presión ideal recomendada por la marca fabricante, que varía según la carga y el número de pasajeros. La medida se expresa en PSI (libras por pulgada cuadrada) o en BAR. Es importante usar un medidor confiable y verificar la presión en frío, es decir, antes de haber conducido más de 3 kilómetros.

Cómo cuidar las ruedas de tu auto ante un viaje largo (1).jpg

Antes de tu próximo viaje largo, sigue estos consejos:

  • No infles de más “por si acaso”
  • Consulta la presión ideal para carga completa si llevas mucho equipaje o varios pasajeros
  • Haz la revisión con las ruedas frías
  • No olvides revisar también la llanta de repuesto

Este descuido, aunque bien intencionado, puede traducirse en riesgos graves. Mantener la presión correcta no solo mejora la seguridad, sino también el rendimiento y la economía de tu auto.

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