Un largo viaje desde Rivadavia a Ecuador
Desde el 19 de enero, fecha de la última comunicación de Rodrigo a través de Instagram con su hermano Leandro, la familia y los amigos del chico no tenían noticias de él. Tampoco ese mensaje por medio de la red social fue muy esclarecedor. Solamente le dijo "gordito" a Leandro (una forma cariñosa con la que lo llama) y no dio datos sobre su paradero.
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El susto se hizo mayor porque desde Olmedo, el pueblo en el que estaba pasando su estadía en Ecuador, una persona se comunicó con los allegados de Rodrigo y les comentó que el chico se había ido, sin ningún tipo de equipaje -al parecer le habían robado sus pertenencias, entre otras cosas los documentos y el celular- y que no se lo veía bien de ánimo, sino un tanto desorientado.
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La gente cercana al joven rivadaviense se puso en contacto con la embajada de Argentina en Ecuador y allí comenzó la búsqueda.
Lo primero que obtuvieron fue un dato por Facebook: una persona que lo había visto y le había dado dinero para comer y pagado un pasaje para que siguiera su viaje.
Al mismo tiempo que se activaba la búsqueda en Ecuador, con la intervención del embajador Gabriel Fucks, en Mendoza, los amigos y el hermano de Rodrigo también armaban una estrategia para poder viajar.
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Este fue el flayer de la campaña que sus amigos y familiares mendocinos realizaron para que el hermano de Rodrigo pudiera viajar a buscarlo
Finalmente y con la colaboración de mucha gente -de hecho Daniel destacó que sin esa ayuda nada hubiera sido posible- Leandro logró llegar a Ecuador, a buscar a su hermano.
Sin embargo, fue la policía de investigaciones la que lo ubicó en Máncora, Perú, a unos 273 kilómetros del pueblo ecuatoriano donde había sido visto por última vez.
El reencuentro familiar tuvo lugar esta madrugada, alrededor de las 5.30, y sus amigos fueron puestos al tanto a través de un grupo de Whatsapp.
"Rodrigo no quiso sacarse fotos, pero Leandro nos comunicó que está bien de salud", aseguró Daniel.
El retorno a Mendoza
Actualmente, ambos jóvenes tramitan el regreso a Argentina, que va a llevar algún tiempo porque Rodrigo no tiene documentación.
Sin embargo, Daniel explicó que la gente de la Embajada se ha portado en forma excelente con ellos, y les está facilitando el retorno a casa.
El amigo manifestó también que no tiene demasiada información acerca de estado de ánimo de Rodrigo, pero que los tranquiliza saber que ya está con su hermano y que esa contención es la que necesita el joven mendocino.
