Cada moneda tiene, además, un valor intrínseco basado en factores como el precio que se abonó por ella, su año de acuñación, su rareza, la belleza de su diseño y, sobre todas las cosas, su estado de conservación.
Consultados por diferentes fuentes, los expertos son terminantes: no hay coleccionista en el mundo que quiera una pieza con signos evidentes de haber sido mal limpiada.
Generalmente, los especialistas en Numismática recomiendan limpiar las monedas con jabón con pH neutro, agua destilada templada y una toalla suave, evitando por completo el uso del algodón. En concreto, el paso a paso para limpiar una moneda es el que se muestra a continuación:
- Colocarla bajo el chorro de agua templada para quitar suciedad superficial.
- Aplicar con los dedos y con mucha suavidad una pequeña cantidad del jabón neutro en ambas caras de la moneda.
- Dejarla en remojo durante media hora para que se despegue la suciedad adherida.
- Aclarar la moneda con el agua destilada templada y secarla con la toalla.
Consejos para cuidar monedas antiguas
Si tienes una moneda antigua en tu poder, y buscas revalorizarla en el mercado numismático, lo ideal será que la cuides como oro para sacar provecho ante la necesidad de adquisición de los coleccionistas. Puedes hacerlo siguiendo estos consejos:
- No tocar nunca las monedas sin guantes
- Tomarlas siempre por los bordes y con los dedos índices
- Cuidar que no se caiga saliva o elementos líquidos encima de ellas
- Almacenarlas de manera segura en cajas o elementos que contengan plástico para protegerlas de materiales externos