Tener una planta en casa puede hacer que obtengas miles de beneficios en distintos planos, aunque hay una en particular que puede dañar a una de las mascotas más populares del mundo como lo es el gato siempre y cuando la ingieran o la muerdan.
Las consecuencias de tener esta planta en tu casa pueden ser letales para tu gato
Este ejemplar es altamente tóxico para los gatos, y las consecuencias pueden llegar a ser letales en el caso de que la ingieran. Por eso, los expertos recomiendan no tenerla en casa bajo ningún punto de vista.
El lirio, la planta tóxica para los gatos que no debes tener en casa
Los lirios son altamente tóxicos para los gatos, y todas las partes de la planta, incluyendo hojas, flores, polen y agua del florero, pueden causar daño renal severo e incluso la muerte.
Al ser masticadas, todas estas partes de la planta irritan el esófago de tu gato, causando diferentes problemas. La toxicidad de los lirios se debe a la presencia de sustancias químicas que atacan los riñones de tu mascota.
La forma más segura de proteger a los gatos es no tener ninguna variedad de lirio en el hogar o en el jardín donde puedan tener acceso. En el caso de que ocurra una ingesta, debes acudir a un veterinario cuanto antes.
Si bien algunas variedades de esta planta son más peligrosas que otras, se recomienda evitar todas las especies de lirios si se tiene gatos en casa. Incluso, el contacto con el polen del ejemplar también puede ser dañino.
Otras plantas venenosas para los gatos
Además de los lirios, algunas de las plantas venenosas para los gatos son las que se nombran a continuación:
- Azalea: toda la planta es tóxica, especialmente las hojas, y puede causar vómitos, diarrea, debilidad, problemas cardíacos y neurológicos.
- Crisantemo: puede causar problemas gastrointestinales, irritación de la piel y dificultad para respirar.
- Hiedra: la ingestión puede causar vómitos, diarrea y dolor abdominal.
- Tulipán: los bulbos son los más tóxicos y pueden causar irritación gastrointestinal, vómitos y diarrea.
- Flor de Pascua: sus hojas pueden causar irritación en la boca y el esófago, babeo excesivo, diarrea y vómitos.
- Muérdago: la ingestión puede causar problemas gastrointestinales, disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, convulsiones y problemas respiratorios.