Los arándanos son un fruto fresco de sabor suave y con un toque ácido. Son muy populares en el ámbito de la gastronomía, ya sea para preparar mermeladas, pasteles, panqueques o incluso carnes y pescados con salsas agridulces. Por esta, y muchas razones más tener una planta para cosechar tus propios arándanos en el jardín es un sueño.
Cultiva una planta de arándanos en casa. Imagen: Pixabay
No hay nada mejor que tener tu cosecha en el jardín. Las frutas frescas son mucho más sabrosas y de mejor calidad que las que compras en el mercado. Al ser tratada con cuidado y consumida rápidamente, tiende a ser superior que la fruta que ha sido sometida a procesos de transporte y almacenamiento más prolongados.
Los arándanos se pueden cultivar directamente en el sustrato, en macetas, jardineras o mesas elevadas. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos cuidados básicos si quieres que prosperen. A continuación, te dejamos varias recomendaciones para que te conviertas en un experto.
Cuidados básicos para una planta de arándanos
Según los expertos de Picture This, el Vaccinium corymbosum, habitualmente llamado arándano o mora azul, se puede sembrar de semillas, aunque es un proceso muy poco utilizado. Resulta mucho más productivo reproducir la planta por esquejes, que se plantan directamente en su ubicación definitiva.
Hay que tener en cuenta que los arándanos necesitan algo llamado horas de enfriamiento, definido como un cierto número de horas entre 0º y 7º C. De lo contrario, no producirán brotes ni frutos. Si vives en una zona cálida, necesitarás arándanos que requieran pocas horas de frío. Lee la descripción de la planta para asegurarte de que estás comprando una variedad que se adapte a tu clima.
Los arándanos requieren un suelo ácido y bien drenado. Generalmente, se benefician de una capa de mantillo para mantener la humedad y la temperatura de las raíces. La poda regular es crucial para la salud de la planta y la calidad de sus frutos.