Educación en pandemia

La presencialidad de los chicos en las escuelas "es un bien social"

Una especialista analiza las ventajas de que los chicos asistan a las escuela, aunque asegura que para esto debería haber más control de las actividades no esenciales

Por estas horas, la presencialidad de los chicos en el sistema escolar está en el foco de la tormenta. Mucho se habla al respecto de si es oportuno y necesario que las escuelas permanezcan abiertas, frente al aumento de los casos de covid-19 y a la saturación del sistema sanitario.

Nancy Caballero, psicóloga y especialista en educación, explicó que los beneficios de que los chicos asistan en modo presencial a las escuelas excede, con creces, a la cuestión pedagógica y académica. Abarca razones de integración y de igualdad social cuyas diferencias se acrecentaron con el cierre de las escuelas en pandemia.

La Presencialidad y la igualdad de derechos

No hay ninguna herramienta para generar mayor inclusión e igualdad que las escuelas. Tal y como lo señaló la especialista, después de la familia, es el lugar en donde los chicos más aprenden y ponen en juego habilidades sociales y sobre todo, comprenden que, además de ellos mismos, hay otros niños y niñas que tienen las mismas obligaciones y derechos que ellos.

Desde lo social, la presencialidad, aún si es intermitente, es sumamente necesaria. Sobre todo para los chicos con realidades familiares difíciles, viviendas poco apropiadas, o escasos recursos. Ni siquiera estamos hablando de falta de conectividad, sino de que muchas veces no hay nadie que se siente al lado del niño y lo ayude con sus tareas Desde lo social, la presencialidad, aún si es intermitente, es sumamente necesaria. Sobre todo para los chicos con realidades familiares difíciles, viviendas poco apropiadas, o escasos recursos. Ni siquiera estamos hablando de falta de conectividad, sino de que muchas veces no hay nadie que se siente al lado del niño y lo ayude con sus tareas

La presencialidad mejora el aprendizaje

La psicóloga subrayó que desde el punto de vista del aprendizaje y la evaluación, es muy difícil o casi imposible determinar los costos para el sistema educativo que la falta de presencialidad de los chicos en las escuelas generarán. Sobre todo por la enorme brecha que se ha puesto en evidencia entre una u otra escuela, entre el sistema público y el privado, y entre los docentes y las instituciones que tenían mayor destreza para manejar las herramientas tecnológicas y los que no. Ni hablar del desconocimiento de dispositivos electrónicos en el seno de las familias, sobre todo en los sectores más empobrecidos.

Estas diferencias comenzaron a evidenciarse desde el año 2000, con las sucesivas crisis. Allí sucedió algo que hasta ese momento no había pasado en Argentina, se idearon escuelas pobres, para niños pobres. En donde se ejercía más una contención social, pero no se cuidaba la calidad educativa. Esto es gravísimo porque es determinar y estigmatizar a los niños de bajos recursos económicos Estas diferencias comenzaron a evidenciarse desde el año 2000, con las sucesivas crisis. Allí sucedió algo que hasta ese momento no había pasado en Argentina, se idearon escuelas pobres, para niños pobres. En donde se ejercía más una contención social, pero no se cuidaba la calidad educativa. Esto es gravísimo porque es determinar y estigmatizar a los niños de bajos recursos económicos

Para la profesional, estas diferencias recrudecieron en pandemia.

Por esto, la presencialidad en las escuelas debería considerase un bien social, y cuidarse como tal Por esto, la presencialidad en las escuelas debería considerase un bien social, y cuidarse como tal

Un sistema artesanal

Al respecto de cómo debería desarrollarse la presencialidad, la profesional destacó que en dadas las condiciones impuestas por la pandemia, lo más importante es escuchar a los que más saben, que son los docentes y directivos. Ellos conocen la situación de su comunidad, y pueden aportar la mejor información sobre lo que ocurre en este sector.

"Hay que escuchar a los docentes, lo más importante es tomar en cuenta su opinión, porque es la más cercana a la realidad".

Por otra parte destacó que es necesario consensuar con los padres o adultos responsables la inconveniencia de mantener la presencialidad en situaciones particulares, donde hay familiares de riesgo, o mucho temor a la enfermedad.

Para dilucidar mejor el camino a seguir, Nancy Caballero sugirió valerse de las experiencias de otros países.

Hay que tener los ojos puestos en el mundo. En muchos países las escuelas han sido lo primero que se abre y lo último que se cierra Hay que tener los ojos puestos en el mundo. En muchos países las escuelas han sido lo primero que se abre y lo último que se cierra

Sin embargo, la presencialidad tiene sus costos, más en un momento de escalada de casos de covid-19.

"Se puede controlar y restringir otras actividades en pos de que las escuelas continúen abiertas. Pero el tema es incrementar los controles y también tomar en serio, desde lo personal el cuidado de los demás".

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