Una de sus grandes acciones fue la que quedó en la historia y comenzó a dar origen a la leyenda. Nicolás entregó una dote a tres jóvenes cuyo padre había caído en la miseria. Lo que se sabe es que fue de noche, para que nadie lo viera, y se discute si fue poniendo unas monedas en sus zapatos, en una media o entrando por la chimenea.
Con el tiempo se dispuso a conocer Tierra Santa y se unió en una caravana hasta Jerusalén, para seguir los pasos de Jesús. A esas alturas, la antigua ciudad ya había sido destruida casi por completo por los romanos.
Después del viaje, Nicolás regresó a Patara y se dedicó de lleno al sacerdocio. Su vida se transformó en un ejemplo y creyentes viajaban desde lejos para verlo. Llegó a ser obispo de Myra.
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¿Quién fue San Nicolás? Hoy veremos a Papá Noel con barbijo.
En aquellos tiempos, los cristianos eran perseguidos por el emperador Diocleciano. Iglesias fueron destruidas y los servicios religiosos estaban prohibidos. Muchos cristianos fueron ejecutados y Nicolás estaba en la lista.
Su vida se salvó porque Diocleciano murió y Galerius, su reemplazante, suspendió la represión. Ya con la llegada de Constantino, los tiempos de persecución contra los cristianos terminaron pero, por el contrario, la violencia en contra de los perseguidores y los que habían abandonado la fe fue la que se acrecentó.
Nicolás luchó contra ello.
El emperador Constantino convocó un concilio en Nicea para resolver si Jesús era o no tan divino como Dios Padre. Nicolás, que asistió al concilio, abofeteó a quien expuso que Jesús no era tan divino como el padre.
Nicolás murió un 6 de diciembre en Myra, día en que se celebra su santo. Los testimonios sobre sus milagros se multiplican.
San Nicolás se volvió patrono de la ciudad de Bari, donde se construyó una basílica en su honor.
Su culto se diseminó por el mundo. Los vikingos levantaron una catedral en Groenlandia en su honor. Colón construyó un puerto al norte de Haití bajo el nombre de San Nicolás.
El nombre de Nicolás cambiaba según el lugar. En Italia era Nicolo, en Alemania Klaus, en Holanda Klass.
Sin que se pueda precisar cuándo, en algún momento comenzó la tradición de intercambiar regalos el día del Santo. Algunos cuentan que fueron unas monjas francesas las que empezaron con la costumbre de poner regalos en los zapatos o medias (como se cree que había hecho Nicolás de joven).
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¿Quién fue San Nicolás? Hoy veremos a Papá Noel con barbijo.
Con la aparición de Martín Lutero, se terminó con la costumbre y con la adoración por parte de los protestantes pero en otras ciudades se mantuvo.
En Holanda, se cree que un obispo español era el que repartía regalos a los niños que se habían portado bien la noche de San Nicolás (SinterKlass).
En Francia, Papá Noel reemplazó a San Nicolás. El encargado de llevar los regalos a los niños buenos era su asistente, llamado Père Fouettard.
En Alemania, por ejemplo, se esperaba al Weihnachtsmann, un anciano que caminaba por los campos nevados llevando un abeto a cuestas.
Los inmigrantes europeos llevaron las tradiciones a América y la fusionaron con Navidad.
Ya con la literatura del XIX, la fusión comienza a consolidarse. El poeta Clement Clarke Moore, en 1823, personificó al personaje como un abuelo gordo de larga barba que repartía regalos a los niños desde un trineo tirado por ocho renos.
Su versión navideña fue publicada el 25 de diciembre de 1823.
Sin embargo, la figura tal cual la conocemos ahora, de Santa Klaus, Santa Claus o Papá Noel con la barba blanca y el traje rojo y la bolsa llena de juguetes es de Thomas Nast. En 1930 Coca Cola la difundió con una serie de modificaciones del artista suecoamericano Haddon Sundblom.
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El Papá Noel de Coca Cola en 1930
La promoción fue tal que aún subsiste y como dice Francis Church, un editor norteamericano: “Que nadie haya visto a Santa Claus (Papá Noel) no quiere decir que no exista”.