Policías parto plaza independencia
En la escena se lo ve a Jonathan y a otras policías mientras asisten el parto de Cecilia. Tanto ella y su bebé Neithan se encuentran atendidos en el hospital
Jonathan dialogó con Diario UNO y contó cómo fue vivir esta experiencia que nunca se imaginó que debería transitar en su carrera.
Una sala de parto en plena plaza Independencia
La situación comenzó alrededor del mediodía del martes, cuando Raiano fue alertado por una persona que pasaba por la plaza Independencia acerca de una mujer con un embarazo avanzado que se encontraba pidiendo ayuda.
Al acercarse, encontró a Cecilia (37) sosteniéndose de uno de los pilares del paseo público, visiblemente dolorida. "Tenía mucho pudor, no quería que la ayudáramos, pero me di cuenta de que el parto era inminente”, contó el policía, quien fue asistido por dos preventores.
Sin conocimientos médicos avanzados pero con cierta preparación para emergencias, Jonathan tomó el control. Mientras hablaba con el 911 y el Servicio de Emergencias Coordinado (SEC), observó que la mujer rompía bolsa.
En pocos minutos, el lugar se transformó: con tablones de los feriantes improvisaron una camilla y una especie de sala de parto, y utilizaron camperas para dar privacidad a la mujer.
preventores y policía asistieron un parto
Jonathan Raiano (centro) acompañado de los preventores Julieta Gómez y Agustín Félix. Ellos ayudaron a traer al mundo a Neithan, el bebé de Cecilia, quien dio a luz en la plaza Independencia.
Solidaridad para acompañar a la mujer que dio a luz
Raiano destacó la coordinación entre todos los presentes. "Pensaba en el cordón umbilical, que no se enredara, y por suerte no pasó. Todo ocurrió en armonía”, expresó.
El nacimiento de Neithan fue rápido y sin complicaciones. Madre e hijo fueron luego derivados al hospital Paroissien, donde recibieron atención médica.
“Entre que comenzó el trabajo de parto y llegó la ambulancia pasaron unos 20 minutos, pero yo perdí la noción del tiempo. Solo estaba concentrado en lo que pasaba”, relató el policía.
Aunque muchos lo señalaron como héroe, él se define simplemente como alguien que hizo lo que debía: “No soy un héroe. Fue todo muy natural. Creo que en estas situaciones hay algo instintivo que se activa”.
Una experiencia inolvidable para el policía
La imagen de un bebé naciendo en el corazón de la Ciudad de Mendoza quedará grabada tanto en los testigos como en la memoria del policía. “Me cayó la ficha como una hora y media después: ayudé a nacer a un niño”, dijo todavía emocionado.
Aunque no volvió a tener noticias de Cecilia ni de Neithan, confía en que ambos están bien por la atención recibida. Para Raiano, fue una experiencia inolvidable que, aunque nunca imaginó vivir, lo marcó para siempre. "No sé si me va a volver a pasar, pero estoy seguro de que no lo voy a olvidar”, expresó este policía de Mendoza.