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Helicópteros británicos se acercaron a rescatar a los sobrevivientes
A principios de junio de 1982, las fuerzas británicas buscaban establecer una cabeza de playa en la zona de Bahía Agradable, al sur de Puerto Argentino, para lanzar la ofensiva final contra la capital de las islas, en control argentino. Dos barcos de desembarco, la RFA Sir Galahad y la RFA Sir Tristram, estaban anclados en la bahía con hombres, equipos y municiones para apoyar el asalto terrestre cuando ocurrió lo peor.
El día que la Fuerza Aérea Argentina mostró su valor
Aquel día, en Río Grande, cinco hombres se preparaban para hacer historia: Carlos Cachón, Daniel Gálvez, Hugo Gómez, Carlos Rinke y Leonardo Carmona, despegan a bordo de sus A4 Skyhawk sin saber que volverán siendo héroes.
Los británicos, convencidos de su superioridad, cometieron un error que pronto pagarían porque comenzaría el día más negro de la flota británica.
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Los cinco héroes argentinos aprovecharon la vulnerabilidad de las tropas británicas y lanzaron un audaz e implacable ataque a baja altura. Aviones A-4 Skyhawk y Dagger sorprendieron a los barcos enemigos mientras se preparaban para desembarcar municiones blindadas y tropas de élite sin cobertura aérea. El impacto de las bombas desató un infierno de fuego y explosiones en ambos buques.
El resultado fue catastrófico para los británicos, la RFA Sir Galahad quedó destruido, con graves daños estructurales y un incendio que obligó a abandonarlo. La RFA Sir Tristram resultó gravemente averiado y estuvo a punto de hundirse. Los británicos sufrieron más de 200 bajas, la élite fue aniquilada en solo minutos.
El regreso argentino fue una odisea: aviones dañados, sin equipos de navegación y casi sin combustible. Pero aquel día se hizo historia, los pilotos argentinos sabían que habían dañado el orgullo del enemigo.