El ritual del laurel para el último día de septiembre

Al finalizar cada mes -y septiembre no es un mes más-, muchas personas realizan este ritual con la intención de cerrar ciclos, agradecer por lo vivido y atraer energías positivas para el mes siguiente. La hoja de laurel, símbolo de victoria y protección a lo largo de todos los tiempos, se convierte en el elemento central de esta ceremonia.

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Ritual del laurel. Sus hojas siempre han sido consideradas poderosas por distintas culturas a través de los años.

Así es el ritual del laurel para el último día de septiembre

Hay diversas versiones de este ritual, pero en general, los pasos a seguir son:

• Preparación del espacio: se elige un lugar tranquilo de la casa, libre de distracciones. Se enciende una vela blanca, símbolo de pureza y renovación espiritual.
• Conexión con el interior: se lleva adelante una breve meditación para conectar con uno mismo y dejar ir las preocupaciones.
• Quemar la hoja de laurel: se toma una hoja de laurel seca y se escribe en ella, con un marcador o lápiz, todo aquello que se desea dejar atrás en el mes que termina. Luego, se quema la hoja en un recipiente seguro, visualizando cómo se disipan las energías negativas.
• Agradecimiento y manifestación: se expresa gratitud por los logros y aprendizajes del mes pasado y se formulan intenciones positivas para el mes que comienza.
• La idea de este ritual se centra en cerrar ciclos, soltar las emociones negativas y todo aquello que, de una forma u otra, generó malestar.
• De esta manera se renuevan energías, atraen vibraciones positivas y se abre el camino para nuevas oportunidades en el mes siguiente.
• Desde el punto de vista emocional se ven favorecidas la calma y la tranquilidad interior.

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Más allá de que no existen estudios científicos que demuestren la eficacia de este tipo de rituales, muchos creen en su poder transformador. La psicología explica que realizar rituales puede generar un efecto placebo, es decir, una mejora en el bienestar emocional simplemente por creer en el ritual. Finalmente, la conexión con la naturaleza y la práctica de la meditación tienen efectos comprobados en la reducción del estrés y la ansiedad.