Desde tiempos históricos y en la actualidad el oro ha siendo un pilar de estabilidad y un símbolo de poder en el mundo. Las pepitas de oro son fragmentos de este metal nativo que se encuentran de forma natural. Con una forma particular, estas representan algo raro y valioso creado por la naturaleza.
La pepita de oro más grande del mundo
Hace más de 150 años, la fiebre del oro se extendía por todo el mundo. En un día soleado, dos mineros se volverían ricos al instante al encontrar “Welcome Stranger” la pepita de oro que hasta el día de hoy sigue siendo la más grande. Te contamos de que se trata y en dónde se encuentra.
El país que posee la pepita de oro más grande del mundo: más de 70 kilos y 60 centímetros
En 1869, en Australia la suerte dos mineros cambiaría para siempre. Mientras inspeccionaban el terreno al pie de un viejo árbol uno de ellos notó una anomalía en la tierra, al acercarse notaron que se traba de gigante pepita de oro. Las pepitas generalmente se consideran partes que se desprendieron de la mina de oro original y fueron llevadas a una nueva ubicación por el agua o la erosión.
Según el portal especializado muy interesante esta pepita de oro era un arrecife de cuarzo, medía 61 centímetros de largo y tenía un peso bruto de alrededor de 100 kilogramos (de los que se extrajeron unos 70 kilos de oro fundido). En ese instante, la vida de Deason y Oates cambió para siempre, marcados por la fortuna y la historia de la minería.
¿Qué sucedió con la pepita de oro más grande del mundo?
La pepita de oro fue dividida en trozos inmediatamente, en parte porque era muy grande para las balanzas, antes de que pudiera hacerse un modelo de ella o tomarle fotografías. Se hizo un dibujo basado en el recuerdo de aquellos que la vieron y ahora hay una réplica en el Museo de Dunolly.
El legado de la "Welcome Stranger" perdura más allá del impacto económico inmediato, celebrado y honrado a través de diversos monumentos y eventos culturales. Si la pepita se vendiese en la actualidad, su precio rondaría los US$2,7 millones.