El colosal iceberg A23a empezó a desintegrarse tras quedar varado cerca de Georgia del Sur en marzo. Con 3.100 kilómetros cuadrados, comparable a Long Island, mantiene el título del más grande del mundo. Fotografías del satélite Aqua de la NASA mostraron sus bordes deshaciéndose, especialmente en el extremo norte.

Este gigante se desprendió en 1986 de la plataforma Filchner-Ronne. Permaneció atrapado décadas con su parte inferior enganchada al fondo marino hasta enero de 2023. Tras liberarse de un vórtice oceánico en diciembre de 2024, encalló definitivamente cerca de Georgia del Sur.

El iceberg su rastro helado

Las imágenes tomadas desde el espacio revelan miles de fragmentos dispersos alrededor del iceberg principal. "Pedazos de hielo cubren la superficie del océano creando una escena similar a una noche estrellada", describieron desde la NASA en su página oficial. Estos fragmentos miden al menos un kilómetro y representan peligro para embarcaciones.

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El gigantesco iceberg comenzó a desintegrarse.

El gigantesco iceberg comenzó a desintegrarse.

El trozo más grande desprendido, denominado A23c, tiene 130 kilómetros cuadrados y deriva hacia el sur. Este "desgaste de bordes" redujo el A23a en 520 kilómetros cuadrados desde marzo. A este ritmo, pasarán meses o años hasta su desintegración completa.

La cercanía del iceberg con un hábitat natural resulta clave. Georgia del Sur alberga abundante vida silvestre, incluyendo focas, aves y más de dos millones de pingüinos.

Un vecino helado para los pingüinos

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La presencia de este gigante helado cerca de la costa afecta a varias especies, particularmente a los pingüinos, que deben viajar kilómetros extra para rodear el obstáculo. El agua de deshielo también altera la temperatura y salinidad del entorno.

El impacto exacto del A23a en la fauna local aún es incierto. Los expertos indican que su distancia de la costa reduce efectos negativos. Algunos investigadores sugieren que el derretimiento podría beneficiar al ecosistema marino al liberar nutrientes.

No es la primera vez que Georgia del Sur enfrenta enormes icebergs. En 2020, el A68 quedó varado más cerca, generando preocupación por las colonias de pingüinos. A diferencia del A23a, se fragmentó rápidamente cuando corrientes del mar lo partieron por la mitad.