Descubrimiento en el fondo del mar
La historia de este tesoro comenzó el 24 de julio de 1715, cuando una flota de barcos españoles partió del puerto de La Habana rumbo a España. Los navíos transportaban una fortuna en oro y plata proveniente del llamado Nuevo Mundo, riquezas destinadas a financiar las guerras del imperio español.
El destino jugó una mala pasada a la tripulación cuando, días después de zarpar, una tormenta tropical azotó la flota frente a las costas de Florida. Once de los doce barcos se hundieron, arrastrando consigo a cientos de marineros y un cargamento valuado en más de 400 millones de dólares.
La familia Schmitt, contratada para rescatar artefactos de los naufragios en Florida, encontró en 2015 un total de 51 monedas de oro y una cadena del mismo material de más de 12 metros de longitud. El hallazgo causó revuelo en la prensa internacional, pero los rescatistas ocultaron la existencia de otras 50 piezas.
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El descubrimiento está valuado en al menos 1 millón de dólares.
Las autoridades de Florida iniciaron una investigación que permitió descubrir que Eric Schmitt, integrante de la empresa familiar Booty Salvage Inc., colocó tres monedas en el lecho marino para que inversores las encontraran. Entre 2023 y 2024, vendió varias piezas a casas de subastas y coleccionistas privados.
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La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida trabajó junto al FBI para recuperar 37 de las 50 monedas robadas. Las piezas volverán a manos de sus legítimos custodios, mientras los investigadores continúan la búsqueda de las 13 monedas restantes.