La correa de distribución es uno de los componentes más importantes que tiene un auto.
Llega un momento en que la mayoría de los autos tienen que cambiar la correa de distribución, una tarea casi obligatoria para todos los propietarios de vehículos.
El problema es que muchas personas no saben cuándo se le tiene que cambiar la correa de distribución y muchas veces de dejan estar en esta acción tan importante que, si no se realiza en tiempo y forma, puede llegar a traerle grandes consecuencias al motor del auto.
Dependiendo la marca y modelo del auto, una correa de distribución debe ser remplazada a determinados kilómetros recorridos y tiempo desde la puesta del vehículo en calle.
¿Qué pasa si uno se deja estar y no le cambia la correa de distribución al auto? El resultado puede ser desastroso ya que, al romperse esa pieza tan fundamental del auto, los elementos del motor que están sincronizados, comienzan a trabarse, doblarse y romperse.
De todas maneras, hay algunas señales que pueden indicar que es momento de cambiar la correa de distribución y no necesariamente sea por haber llegado a un kilometraje específico o haber pasado un tiempo de referencia.
El auto y la correa de distribución: cómo darme cuenta si hay que cambiarla
Hay varias maneras de darme cuenta si es necesario cambiar la correa de distribución:
Al realizar una inspección visual, se puede llegar a percibir que la correa de distribución presenta grietas, que pueden aparecer producto del propio desgaste o mala tensión.
Es probable que el auto presente ruido en la transmisión, siendo esta señal de que algo anda mal, como que la correa de distribución no está bien ajustada, llegando a tener que ser remplazada.
Otra señal de cambio de correa es cuando el auto vibra de manera excesiva al estar parado, con el motor encendido.
Una falla en la correa de distribución puede manifestarse en el encendido del auto, al demorar en arrancar. Un ruido pronunciado se hará presente en este proceso.
