Un nuevo tapaboca producido por científicos argentinos recibió la certificación del INTA que determina que serían 99,9% efectivos contra el coronavirus Covid-19. Se trata de un barbijo de uso social con tres barreras de protección.

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El proyecto fue elaboradopor la empresa productora de tapabocas de uso social con propiedades antivirales, antibacteriales, y fungicidas, Atom Protect, mediante el diseño en conjunto con investigadoras del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

Se trata de un barbijo de uso social con tres barreras de protección, biocativo con nanotecnología aplicada, con activos antivirales, bactericidas y antihongos. Además, según informó la empresa, se puede utilizar hasta 8 horas por día y resiste hasta 15 lavados sin perder sus propiedades. Cuenta con las certificaciones ISO 9001, el Informe de resultados del INTI, y es fabricado bajo las normas IRAM.

“Los estudios realizados mostraron que estas telas tienen la capacidad de inhibir coronavirus similar al SARS-CoV-2 en menos de cinco minutos”, explicó Ana María Llois, doctora en Ciencias Físicas, investigadora superior del Conicet y directora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología; y una de las personas que dirigió el proyecto.

Este producto ya se encuentra a la venta y se puede adquiirir a partir de 10 unidades a un costo de $324 aproximadamente cada una.

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La empresa a cargo de su producción señaló que "dado el contexto actual y bajo la premisa de vencer al virus entre todos, se acordó que los barbijos sean puestos a la venta a un precio similar al de otras mascarillas con el fin que sean accesible para todos. Además, el 10% de la tela con estas propiedades será entregado al Conicet, UNSAM y UBA, quienes a su vez, los distribuirán a la gente más necesitada".

“Estamos muy felices del producto que logramos. Trabajamos sinérgicamente con entidades de muchísimo prestigio con el objetivo de ayudar a la gente en uno de los momentos más difíciles de nuestra historia”, afirmó Alan Gontmaher, fundador de Atom Protect.

El tapaboca tiene tres barreras protectoras: la primera impermeabilizante, está adherido a la primera tela para frenar el ingreso de fluidos externos y frena la salida de estos. La segunda es una capa de protección sanitizante. Y la tercera es una capa base textil que está embebida con los sanitizantes, absorbe la humedad del habla y respiración, mientras va destruyendo colonias de gérmenes que genera el propio portador.

Actualmente es difícil encontrar a alguien en la calle que no esté usando barbijo, pero existen variaciones e incluso mal uso del mismo.

Gente que deja la nariz afuera, los que se resisten a comprarlo y lo reemplazan por antifaces de algún viaje que quedó en el recuerdo y hasta hay algunos que prefieren confeccionarlo de forma casera tejiéndolos al crochet, donde la protección termina siendo nula.

“Si todos usaran barbijos en la boca y la nariz hoy sería otra la historia”, analizó Llois sorprendida ante los diferentes “inventos” para salir a la calle y destacó que es mejor “tener un barbijo de trama cerrada y no tramas abiertas en la tela” y que “varias capas siempre es mejor que una”.

Las telas para la fabricación

Las telas utilizadas para la fabricación de estos superbarbijos son tejidos de algodón poliéster -como el de las sábanas- que adquieren la propiedad de inactivar virus y matar bacterias y hongos por ser tratadas con diversos productos antivirales y anti microbianos que desarrolló el equipo de investigación, según Clarín.

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La capa de tela interior del barbijo –la que queda en contacto con la boca y la nariz- incorpora iones de plata y otros compuestos fungicidas y anti bacterianos, junto con materiales poliméricos que permiten la retención de estos activos.

La capa de tela externa es tratada con un producto que contiene iones de cobre –que son los que le brindan al tapabocas la acción antiviral-, compuestos fungicidas, bactericidas y polímeros.

¿Si se lavan los barbijos esas propiedades se esfuman? Recién luego de 15 lavados con agua fría y jabón los compuestos pierden su efecto. Al igual que los barbijos de uso social hay que lavarlos cuando están sucios, no cada vez que uno sale a la calle a hacer compras por un corto período de tiempo y vuelve al hogar.

Llois destaca que la acción antiviral y antibacteriana de los activos con que se trata la tela para fabricar estos barbijos es casi inmediata, una vez que los patógenos entran en contacto con ella.

Las pruebas realizadas en el INTI mostraron que luego de dos minutos el número de bacterias se reducía tanto que no era posible contarlas. Además, se constataron en el INTI las propiedades fungicidas.

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