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Adiós al teflón: científicos preparan un nuevo material antiadherente que no es tóxico

Científicos canadienses desarrollan una alternativa más segura que mantiene las propiedades antiadherentes sin el riesgo que suponen los químicos tóxicos

Los científicos de la Universidad de Toronto presentaron una alternativa al teflón que mantiene todas las propiedades antiadherentes que conocemos, pero sin los riesgos tóxicos que preocupan a gobiernos de todo el mundo. Este avance llega cuando múltiples países buscan prohibir los "químicos eternos" que dominaron la industria durante décadas.

El nuevo descubrimiento combina materiales biocompatibles con una técnica química innovadora llamada "nanoscale fletching". A diferencia de los productos tradicionales que dependen de compuestos fluorados peligrosos, esta tecnología reduce drásticamente su uso y opta por variantes menos dañinas.

La mejora de los científicos

Los investigadores canadienses apostaron por el polidimetilsiloxano (PDMS), un polímero de silicona usado en aplicaciones médicas. Este material por sí mismo no igualaba el rendimiento del teflón tradicional, pero los científicos encontraron la solución.

Lavar sarten de teflón
El teflón es el material antiadherente más utilizado de la actualidad, pero los científicos lo quieren reemplazar debido a su toxicidad.

El teflón es el material antiadherente más utilizado de la actualidad, pero los científicos lo quieren reemplazar debido a su toxicidad.

La técnica "nanoscale fletching" estructura el PDMS formando microcerdas similares a las plumas de una flecha. Estas estructuras reciben pequeñas moléculas de PFAS de cadena ultracorta, con apenas un átomo de carbono y tres de flúor. Esta configuración permite que el material repela líquidos con la misma eficacia que los recubrimientos comerciales actuales.

Las pruebas demostraron que el nuevo antiadherente alcanza un grado 6 de repelencia al aceite según estándares industriales. Repelió hexadecano, dodecano y decano, todos líquidos conocidos por penetrar tejidos y superficies. Los científicos confirmaron que mantiene las propiedades deseadas sin depender de los químicos más problemáticos.

La diferencia crucial radica en que los PFAS de cadena ultracorta no se acumulan en organismos vivos ni persisten significativamente en el ambiente, según los estudios disponibles.

Un cambio necesario

La presión regulatoria contra los PFAS tradicionales aumenta cada año. La Unión Europea avanza hacia una prohibición de más de 10.000 tipos de estos compuestos, mientras que Canadá y Estados Unidos ya implementaron restricciones específicas. Los científicos entienden que la industria necesita alternativas viables.

Estos "químicos eternos" aparecen en el aire, el suelo, fuentes de agua potable y hasta en sangre humana. Su vínculo con cánceres y disrupciones hormonales los convirtió en objetivo de las autoridades sanitarias. El nuevo material antiadherente ofrece una solución transicional realista que podría implementarse pronto en utensilios de cocina, textiles impermeables y envases alimentarios.

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