En su momento el diario El Día de Montevideo calificó su texto de “Increíble vulgaridad” y “disparate irrespetuoso” y hasta llegó a especular que “el autor abominaba de las familias cristianas uruguayas” por el sarcasmo presente en la obra. En ese contexto, no había ninguna chance para mamá Cora y su disfuncional familia.
Antecedentes en TV
La obra dejó atrás el fracaso en Uruguay para tener una primera adaptación televisiva para el ciclo Alta comedia de Canal 9, uno de los más prestigiosos de la década de 1970 y contaba con una actriz que luego sería del elenco de la película: China Zorrilla, en el rol de Elvira, el mismo que tuvo en el filme. Fueron de la partida en esa ocasión actores de la talla de Pepe Soriano, Raúl Rossi, Dora Baret, Alberto Argibay y Lita Soriano. Mamá Cora estuvo interpretada por la maestra de teatro austríaca Hedy Crilla.
Según cuenta Pablo Mascareño en una nota del diario La Nación, hubo que esperar a 1975 para que la obra se presentara en Buenos Aires, bajo la dirección de Villanueva Cosse. Entre los actores figuraba Juan Manuel Tenuta, quien en la película de 1985 conformaría el matrimonio con China Zorrilla (en los personajes de Sergio Musicardi y Elvira), padres de Matilde, interpretada por Andrea Tenuta, hija de Juan Manuel Tenuta en la vida real.
Marcada por el fracaso
En la obra teatral de Jacobo Langsner, el personaje de mamá Cora aparecía solo al final, es decir que su impacto en la narrativa era notablemente menor. Alejandro Doria fue quien quiso otorgarle más peso en el filme, sobre todo tras confirmar que sería Antonio Gasalla quien iba a interpretar ese rol.
No se trató de un papel creado específicamente para el filme, ya que Gasalla hacía dos personajes muy similares en sus presentaciones en el teatro Maipo. Eran dos ancianas que aparecían en el banco de una plaza, que a diferencia de mamá Cora estaban muy lúcidas e informadas. Gasalla cambió esas últimas características por una mamá Cora más perdida, desorientada, aunque alguna vez contó que los accesorios que usaba en la película eran los que utilizaba para sus personajes en el teatro.
Sin duda, el elenco del filme fue parte de este éxito que se fue construyendo con los años, con figuras como los ya mencionados China Zorrilla, Antonio Gasalla, Mónica Villa, Julio de Grazia, Juan Manuel y Andrea Tenuta, a los que hay que sumar a Luis Brandoni, Betiana Blum, Enrique Pinti, Lidia Catalano, Cecilia Rossetto y Darío Grandinetti, entre otros. Por cierto, la crítica especializada en 1985 fue casi tan despiadada en el estreno del filme como lo fueron en Uruguay en 1962. El tiempo dio el veredicto final y Esperando la carroza terminó convirtiéndose en un filme de culto.
Las tristes tres empanadas
La escena de las tres empanadas, interpretada por Luis Brandoni y Juan Manuel Tenuta, es una de las más replicadas y famosas de la película.
–Qué miseria che, qué miseria. ¿Sabés lo que tenían para comer?
–Empanadas.
–Tres, me partieron el alma. Tres empanadas que les sobraron de ayer para dos personas. Dios mío, qué poco se puede hacer por la gente.
Hace unos años Brandoni sorprendió a todos con lo que sucedió en el rodaje de esta escena en particular, al afirmar: “Nunca nos causó gracia al filmarla, es una escena triste, cínica y hoy a los argentinos nos causa gracia".
Amontonados
Betiana Blum (Nora) recordó en una nota la maestría del director Alejandro Doria para construir la comicidad desde diferentes aspectos, incluso en el espacial. Se refería en concreto a la escena en que Antonio, el personaje interpretado por Luis Brandoni, habla con un comisario por teléfono y toda la familia lo rodea. “Pedía cosas imposibles, éramos cuarenta y nos hizo parar en diez baldosas y hacer la escena ahí, todos los planteos eran así. Imaginó una forma de contarla que es genial. La ves y te volvés a reír”.
¿A dónde está mi amiga?
Aunque fue un personaje secundario, la presencia de Angelita Pardo, la madre del borrachín Felipe (Enrique Pinti), fue un amoroso acto de reconocimiento por parte de Alejandro Doria. En el momento del rodaje ella tenía 95 años (falleció tres años después del estreno) y vivía en la Casa del Teatro.
Había sido una estrella del folclore argentino, sobre todo por el dúo que conformó con Juan Raggi. Llegó a presentarse junto a legendarias figuras de nuestra música, como Carlos Gardel. Su frase “A dónde está mi amiga” no sólo fue un momento desopilante en la película, sino que hasta el día de hoy es parte de diálogos cotidianos y memes, por lo cual Angelita sigue presente en el reconocimiento de las nuevas generaciones.
El después
Una olvidable segunda parte en el 2009, tours destinados a recorrer las locaciones de la película y el regreso de la obra al teatro. Todo esto provocó Esperando la carroza, un fenómeno nacido en el cine hace 40 años y destinado a perpetuarse.
En la última versión teatral, donde el personaje de mamá Cora lo interpreta Martín Campilongo (Campi), hubo un conflicto que terminó judicializándose, por un reclamo del único heredero de Alejandro Doria, quien afirmaba que debía recibir el pago por derechos de autor correspondientes, ya que esa puesta se basaba más en el guion de la película que en la obra teatral original.
Argentores finalmente aceptó el reclamo, afirmando que muchas de las decisiones autorales estaban extraídas claramente de la película, por lo que correspondía abonarse derechos por la utilización de elementos del filme Esperando la carroza en la adaptación teatral, que aún está en la cartelera porteña.