Maricel Seeger sostuvo que sin la AUH el hambre impactaría de lleno en los chicos y amplió los datos acerca de la cantidad de niños y niñas que se saltean comidas en Argentina
Un millón y medio de niños se saltea alguna de las cuatro comidas en Argentina. Según Unicef, sin la AUH los resultados serían aún peores.
Acerca de esta problemática, Maricel Seeger, oficial de Comunicación Pública del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), fue consultada por Radio Nihuil y al respecto aseguró que sin los planes sociales, como la AUH o la asignación universal por embarazo, las consecuencias de la pobreza y la indigencia serían aún mayores.
Seeger comentó, además, sobre la campaña que ha puesto en marcha Unicef y cuyo lema es "El hambre no tiene final feliz", en la que todas las personas pueden colaborar.
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La comunicadora de Unicef destacó que las políticas de contención social, a pesar de no gozar de una buena recepción en la opinión pública, son fundamentales a la hora de enfrentar las consecuencias de la pobreza estructural.
"La pobreza extrema es erradicable, pero se requiere de crecimiento económico y de programas de protección social como para poder contener la situación en el mientras tanto", manifestó Seeger.
Si bien reconoció que las formas de asistencia social por parte del Estado son criticadas por distintos sectores de la sociedad, subrayó que en muchas familias los ingresos provenientes del sistema de protección social no solo son centrales, sino que son los únicos ingresos estables, sobre todo en los hogares más vulnerables.
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Si no existieran esas políticas de transferencia de ingresos -aseveró-, las condiciones de pobreza serían más duras y la indigencia sería mayor. Por esto hay que destacar la importancia de sostener estos programas, sobre todo la AUH.
El dato sobre que un millón de niños y niñas se va a la cama sin cenar no es el único que se desprendió de la 8° Encuesta de Hogares con Niños y Niñas, realizada por Unicef en 2024.
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La cifra se eleva a un millón y medio si se tiene en cuenta a los chicos que se saltean una comida: si se extiende a adultos que tienen niños a cargo, el dato se eleva a 4,5 millones, porque estos adultos priorizan la comida de los niños por sobre la propia. Esto habla de que la pobreza cada vez se está volviendo más estructural.
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Frente a esta durísima situación, Unicef ha organizado la campaña "El hambre no tiene final feliz". Esto tiene que ver con llamar la atención y poner el foco en esta problemática.
"Todos podemos contribuir a cambiar ese final", manifestó Seeger. Para colaborar, es necesario entrar a la página www.cambiaelfinal.org.ar o telefónicamente al 0810-3334455 y allí seguir las indicaciones.
Entre otros objetivos, Unicef pone en marcha programas educativos, de salud y nutrición para niños y niñas. Además, realiza este tipo de encuestas y estudios que sirven de eje para elaborar políticas y se ocupa de monitorear el presupuesto de la Nación, para determinar cuáles son las partidas destinadas a mejorar las condiciones materiales, pero también sociales y de desarrollo de niños, niñas y adolescentes.