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El presidente electo Alberto Fernández presentó este viernes un gabinete de 21 integrantes en el que la máxima expectativa estaba depositada en el ministro de Economía, puesto que será para Martín Guzmán, y en la cartera de Producción, que irá Matías Kulfas.

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Guzmán, de tanto solo 37 años, es profesor de la Universidad de Columbia y discípulo del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Es uno de los asesores clave del nuevo gobierno en materia de deuda pública y goza del respeto de la comunidad académica local. 

Hace unos días, Guzmán planteó postergar por dos años el pago de intereses de la deuda soberana, mediante un acuerdo con acreedores y  estirar los plazos de pago para el capital de esos compromisos. 

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También Guzmán propuso no volver a tomar deuda del FMI, teniendo en cuenta que el país le debe la mayor parte de los U$S57.000 millones del acuerdo stand by firmado por Mauricio Macri. De ese préstamo, resta que el organismo multilateral desembolse U$S5.400 millones más otros U$S11.000 millones previstos para 2020.

El presidente electo evaluó la inexperiencia política de Guzmán versus su conocimiento académico y sus relaciones en el mercado financiero de Manhattan, y optó por designarlo como súper ministro de Economía. Esta elección ministerial, clave para el futuro del gobierno peronista, fue respaldada por Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.

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Kulfas estará a cargo del Ministerio de Producción. Tiene experiencia política -perteneció al Grupo Callao-, es doctor en Ciencias Sociales de Flacso, trabajó en el Ministerio de Economía, en el Banco Nación y en el Banco Central. Conoce cómo funciona el poder y aceptó sin apretar los dientes cuando Alberto le anunció que Guzmán ocuparía Economía en su lugar.

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Tras anunciar a su equipo de gobierno, el presidente electo brindó una conferencia de prensa, la primera después de las elecciones, en la cual puso el acento en combatir la pobreza y el hambre, que podría involucrar una inversión de unos $100.000 millones destinados al consumo.

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Fernández anunció la designación de sus ministros y tres secretarios con el mismo rango, encabezados por Santiago Cafiero, quien asumirá como jefe de Gabinete. Proviene de una familia peronista y es amigo personal del presidente electo y fue clave en el armado partidario de Alberto Fernández: es su confesor y tiene buena relación con Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner.

Vilma Ibarra irá a la Secretaría Legal y Técnica; Julio Vitobello a la Secretaría General de la Presidencia; y Gustavo Beliz, a la Secretaría de Asuntos Estratégicos. La legisladora Victoria Donda quedará al frente del Inadi y Miguel Pesce del Banco Central. En tanto, Daniel Scioli será  embajador en Brasil.

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Eduardo Wado de Pedro jurará como ministro del Interior. Militante de la Cámpora, pragmático para encarar la negociación política, De Pedro fue uno de los primeros en conocer que Alberto Fernández sería elegido como candidato a presidente.

El ex intendente de Junín, Mario Meoni, será ministro de Transporte -en lo que se interpreta como una señal a Sergio Massa- y llegará al gabinete luego de que Fernández descartara para ese cargo al senador Carlos Caserio.

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Otro intendente que dejará su cargo para integrar el gabinete nacional es el de la comuna bonaerense de San Martín, Gabriel Katopodis, quien ocupará el Ministerio de Obras Públicas.

El abogado Claudio Moroni, en tanto, será el ministro de Trabajo, y quien comandará uno de los principales objetivos del próximo gobierno, que es recuperar el poder adquisitivo de los salarios del sector privado y de los jubilados y pensionados, ya que las políticas de seguridad social estarán bajo su órbita. Será también el encargado de implementar otra de las promesas de campaña: la integración del Consejo Económico y Social.

Ginés González García, un experimentado militante peronista, será ministro de Salud. González García ya fue ministro de Kirchner, embajador en Chile durante la presidencia de Cristina y un defensor permanente de la despenalización del aborto y la fabricación de genéricos para beneficiar a las clases más bajas de la sociedad.

Agustín Rossi estará al frente del Ministerio de Defensa, cargo que ya ocupó.

Sabina Frederic reemplazará a Patricia Bullrich en la cartera de Seguridad. Es apoyada por Cristina Fernández, y ese respaldo político sirvió para desplazar a Diego Gorgal, que ya pensaba cómo haría para anular todos los protocolos de seguridad urbana que instruyó Cambiemos.

Otras tres mujeres completan el gabinete de Alberto: Marcela Losardo en Justicia, María Eugenia Bielsa en Habitat y Elizabeth Gómez Alcorta en Equidad.

Felipe Solá fue elegido como ministro de Relaciones Exteriores. El futuro canciller viajará alrededor del planeta para empujar las producciones nacionales y afirma que el Grupo Lima es un foro regional que debe revisar su hoja de ruta para forzar la sucesión de Nicolás Maduro.

En Desarrollo Social se designó a Daniel Arroyo, quien es especialista en la lucha contra el hambre y la pobreza, ejes fundamentales para el próximo gobierno. Fernández quiere a toda costa evitar las crisis sociales como las que afectan a Chile, Perú y Bolivia.

El Ministerio de Agricultura quedará en manos del diputado Luis Basterra, ex presidente de la Comisión de Agricultura y muy cercano al gobernador formoseño Gildo Insfrán, de estrecha relación con Cristina Kirchner.

Nicolás Trotta estará en Educación, Matías Lammens en Turismo y Deporte, Juan Cabandié en Medio Ambiente, Roberto Salvarezza en Ciencia y Tecnología y Tristán Bauer, en Cultura.

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El ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, estará al frente  de YPF.

Otra señal a Massa será el nombramiento de la diputada provincial electa de Tigre Malena Galmarini, esposa del ahora presidente de la Cámara de Diputados, quien recalará en la dirección de la empresa AYSA.

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