El presidente Alberto Fernández reveló que le acercaron una carta astral. En el programa Sobredosis de TV por C5N, el presidente contó que la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, es amante de la astrología y que fue ella quien le acercó una carta astral.
"Vilma tiene esas amigas que le gusta la astrología y esas cosas. Hizo una carta astral y dijo que yo estoy predestinado a siempre tener que construir sobre las cenizas", afirmó.
"La verdad no me asusta, si es mi destino. Es mi destino. Lo importante es que construya", confesó el presidente Alberto Fernández.
El diputado de Juntos por el Cambio Waldo Wolff se refirió irónicamente a la confesión del funcionario y tuiteó: "Cuiden a sus familias".
El presidente Alberto Fernández es del signo de Aries, cumple años el 2 de abril. Nación en 1959.
Alberto Fernández nació el 2 de abril de 1959 a las 4.30 de la mañana en Buenos Aires.
Abogado y profesor de derecho penal, Aries, el carnero, es el signo de su sol. Es el primer signo del zodiaco, aquel que representa el fuego primordial, la acción, el combate, la lucha. Es característico de iniciadores y pioneros, de deportistas y líderes, pues el número 1 se abre paso y es amante de encarar lo nuevo con agresividad y coraje.
Su sol ariano se encuentra en la Casa 2 del zodiaco, que pertenece al signo de Tauro, y hace un aspecto blando a Urano. Esto le proporciona una gran energía y mucho foco en temas prácticos como la economía, los números, los asuntos del cuerpo y de la alimentación.
La salud, por las Casas 2 y 6 muy pobladas, no es un tema menor para él. Plutón retrógrado en la seis, como también Urano, suelen traer algunos saltos y sorpresas en ese ámbito. Marte en la casa 4 habla de mucha agresividad puesta en la autodefensa y también en la palabra (por estar en el signo de Géminis). Saturno en la casa 10 habla de mucha visibilidad en el espectro social, de una necesidad de llegar a lugares altos y ganar cargos. En aspecto a Mercurio (también en Aries), tiene potencia a través de la palabra, capacidad discursiva y asertiva.
Muy distintos a todo los núcleos anteriores aparecen su luna en Acuario (en la Casa 11) y su ascendente en Piscis.
La luna en Acuario abre un mundo emocional abierto, vincular, sociable y amante del arte, que favorece las militancias y encuentros ideológicos con otros. También lo hace comprensivo con las diferencias de aquellos a quienes ama.
El ascendente lo llevará a experimentar en carne propia las corrientes del inconsciente colectivo, a distinguir fantasía de realidad, a involucrarse en movimientos sociales, a aprender el desarrollo de la empatía (que su parte ariana no posee), y también a una inclinación por la música (él toca la guitarra y canta), el cine y las artes visuales.