En los años posteriores a los trágicos atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, las historias de sobrevivientes de las Torres Gemelas resonaron profundamente en la conciencia colectiva. Pero una de ellas quedó en el recuerdo, tristemente, por tratarse de una estafa.

Tania Head apareció en la escena pública en 2003, cuando comenzó a participar activamente en grupos de apoyo para sobrevivientes del atentado del 11-S. Contaba una historia desgarradora: estaba en el piso 78 de la torre sur cuando el segundo avión impactó, perdiendo a su prometido en la torre norte.

Según ella, fue rescatada por un bombero heroico y sufrió heridas graves, incluyendo la pérdida parcial de un brazo. Su relato era vívido y emotivo: describía el caos, el humo, las llamas y cómo logró sobrevivir milagrosamente. Nadie sospechaba que en realidad era una estafadora.

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La mujer que aprovechó el atentado de las Torres Gemelas para una gran estafa.

La mujer que aprovechó el atentado de las Torres Gemelas para una gran estafa.

La estafa sobre el atentado

El carisma y vulnerabilidad de la mujer la convirtieron en una figura querida en la comunidad de sobrevivientes de las Torres Gemelas. Pronto, Tania Head se convirtió en presidenta de una organización que apoyaba a aquellos afectados por los atentados. También guiaba tours en el sitio del World Trade Center, compartiendo su "experiencia" con visitantes y dignatarios, incluidos políticos de alto perfil.

El ascenso de Tania Head como símbolo de superación fue meteórico. Hablaba con una convicción que parecía inquebrantable, y su historia inspiraba a quienes buscaban sanar tras el atentado. Publicaba ensayos en línea, participaba en eventos conmemorativos y forjó lazos cercanos con otros sobrevivientes.

Sin embargo, pequeños detalles comenzaron a levantar sospechas. Algunos notaron inconsistencias en su relato: fechas que no coincidían, descripciones vagas sobre su vida antes del atentado y una reticencia a compartir información verificable. Por ejemplo, afirmaba haber trabajado para una empresa no tenía registros de ella. Su prometido fallecido tampoco aparecía en las listas de víctimas del atentado a las Torres Gemelas.

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El atentado a las Torres Gemelas también dejó una historia de estafa.

El atentado a las Torres Gemelas también dejó una historia de estafa.

La estafa comenzó a develarse en 2007, cuando el New York Times investigó su historia. Los reporteros descubrieron que no había evidencia de que Tania Head estuviera en las Torres Gemelas el día de los atentados.

Más sorprendente aún, se reveló que su verdadero nombre era Alicia Esteve Head, una ciudadana española que estaba en Barcelona estudiando en una universidad cuando ocurrieron los atentados. Las cicatrices que atribuía a las heridas del 11-S eran, en realidad, inexistentes o no verificables.

Tras develarse la estafa, la Red de Sobrevivientes de las Torres Gemelas la expulsó y Tania Head desapareció de la vida pública tan rápido como había aparecido. Nunca ofreció una explicación pública, y su silencio dejó a muchos sin respuestas.